Economía -
Reapertura de Garoña
El PNV lamenta que Garoña pueda reabrirse por 'capricho' del Gobierno
La Junta de Castilla y León ha considerado "positiva" la solicitud, mientras que ecologistas ven "delirante" y "equivocada" la decisión.
Redacción
El portavoz de Economía del PNV en el Congreso, Pedro Azpiazu, ha lamentado que la central nuclear de Garoña pueda reabrirse "simplemente" por un "capricho del Gobierno" y por "voluntad" de los propietarios.
Así ha valorado Azpiazu la noticia de que el Consejo de Administración de Nuclenor haya decidido pedir al Ministerio de Industria la renovación del permiso de explotación de Garoña hasta que la central alcance los sesenta años de funcionamiento, hasta el 2031.
''Nos parece muy malo", ha dicho Aspiazu. Al PNV, ha señalado el diputado, le preocupa "enormemente" que la central siga en funcionamiento "por lo obsoleta que es" y porque "apenas" genera energía eléctrica. Además ha subrayado que en el contexto económico actual hay menos demanda energética y "no es necesaria" la generación de esta central.
Castilla y León
La Junta de Castilla y León, por su parte, ha considerado "positiva" la solicitud planteada por la empresa Nuclenor para que la central nuclear de Garoña siga activa hasta 2031 y ha negado que el Gobierno esté haciendo un traje a medida a favor de estas empresas, como sostienen grupos ecologistas.
PSOE
El portavoz de Medio Ambiente del PSOE, Hugo Morán, ha señalado que Nuclenor está "tendiendo una pasarela al Gobierno" para que éste pueda ampliar la vida útil de las centrales.
Ecologistas ven "delirante" y "equivocada" la solicitud
La solicitud de reapertura es "delirante por el estado de la central" y un rumbo energético "equivocado", han asegurado portavoces de Greenpeace y Ecologistas en Acción.
"La solicitud es delirante porque la central está en muy malas condiciones de seguridad", ha insistido el portavoz de Ecologistas en Acción, Paco Castejón, quien ha asegurado que los cambios impuestos por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para la reapertura "no son suficientes para llevar la central a unos niveles de seguridad aceptables y menos para funcionar durante 17 años más". "Si, en el peor de los casos, la central de Garoña volviera a funcionar, aún tendríamos grandes incertidumbres tecnológicas", ha explicado, ya que las reformas no garantizarían unas perfectas condiciones y "no sería descartable una nueva avería a corto plazo".
La portavoz de Greenpeace, Raquel Montón, ha señalado que "no hay protocolos para este proceso de licenciamiento, largo y desconocido" porque sería la primera vez que el CSN tiene que estudiar el caso de una central de más de 40 años.
Greenpeace ha criticado también que no se haya consultado a los ciudadanos, que serán "los que van a asumir los riesgos".
Foro Nuclear celebra la decisión
El Foro de la Industria Nuclear ha expresado su satisfacción por la decisión de Nuclenor. En un comunicado en su página web, el Foro señala que la electricidad producida la central de Garoña equivale al 6% de la producción nuclear española y que alrededor de 1.500 familias dependen directa o indirectamente del funcionamiento de la instalación.
El conjunto del impacto económico en los últimos diez años de la planta en su entorno se sitúa por encima de los 355,5 millones de euros destinados a compras, contrataciones, empleo, impuestos y tasas, explica la industria.