Crisis Económica -
Astillero
Manifestación en Barakaldo para reclamar trabajo en La Naval
Al término de la marcha, miembros del comité de empresa se han encerrado en el ayuntamiento.
Redacción
Los trabajadores de La Naval se han manifestado este jueves en Barakaldo para reclamar carga de trabajo para el astillero y al término de la marcha miembros del comité de empresa se han encerrado en el ayuntamiento, como hicieron la semana pasada en Sestao, la localidad vecina donde se ubica el astillero.
La Naval entregó este miércoles el último buque que tenía en construcción en sus gradas, el barco de apoyo a plataformas petrolíferas "EDT Hercules", por lo que 130 trabajadores de los 235 empleados del astillero han quedado afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal.
La marcha, que ha reunido en torno a un millar y medio de personas, ha estado encabezada por una pancarta con el lema "La Naval solución. Carga de trabajo ya", que ha sido portada por el comité de empresa.
Tras los representantes sindicales ha desfilado la corporación de Barakaldo, con el alcalde Alfonso García, y los trabajadores con carteles con el lema "La Naval ez itxi" (La Naval no se cierra)
El presidente del comité de empresa de La Naval (UGT) ha agradecido el apoyo que han recibido los trabajadores de los ciudadanos e instituciones de Barakaldo, como anteriormente en Sestao y el resto de la comarca de la Margen Izquierda.
El responsable sindical ha señalado que seguirán con las movilizaciones hasta que se firme algún nuevo contrato para la construcción de buques.
Al término de la manifestación, los miembros del comité de empresa han iniciado el encierro en el ayuntamiento de Barakaldo, donde permanecerán hasta las 6.00 horas de mañana, al igual que hicieron la semana pasada en el consistorio de Sestao.
Negociaciones
Fuentes del comité han comentado que parece que la negociación de la dirección con un armador para construir un barco "va para adelante", pero han recordado que ya ha habido casos de contratos que parecían cerrados y finalmente no se han firmado, la mayoría de las veces por problemas con el sistema de financiación.