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Felipe Etxebarria

Análisis

Fracaso del partido de Macron con el triunfo de la extrema derecha en la primera vuelta

Felipe Etxebarria

Felipe Etxebarria

La primera vuelta de las elecciones francesas ha dejado claro que el presidente Macron tendrá que gobernar con la extrema derecha de Reagrupamiento Nacional, vencedora de la primera vuelta, o con la coalición de izquierda Frente Popular.

Tras las elecciones francesas está claro que el próximo gobierno de Francia no estará en manos del presidente Macron que tendrá que gobernar con la extrema derecha de Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, vencedora de la primera vuelta con el 34 % de los votos, o con la coalición de izquierda y extrema izquierda englobados en el Frente Popular que ha obtenido el 28 % de los sufragios.

Distintas fuentes políticas de orientación muy diversa han catalogado estas elecciones de históricas por el abanico de dudas e incertidumbres que se abre ahora a los franceses de cara al futuro. 

Los grandes derrotados han sido el partido del presidente Macron que ha obtenido el 20 % de los votos y la derecha tradicional los Republicanos que solo han logrado el 10 %. Sin embargo, ellos tienen la llave de cara a la segunda vuelta. Aunque ninguno de los dos ha dado una consigna clara, varios ministros del actual gobierno han puesto como prioritario el impedir la llegada al poder de la extrema derecha. Por contrario, la derecha tradicional, sin pedir el voto para la extrema derecha directamente, ha puesto como objetivo principal el impedir la llegada al poder del Frente Popular.

En el sistema francés de las elecciones parlamentarias pasan a la segunda vuelta las tres principales fuerzas de cada circunscripción uninominal, sistema triangular. Es por ello importante saber en qué circunscripciones la tercera fuerza desistirá para favorecer la llegada de uno u otro de los candidatos clasificados en primera y segunda posición. Hasta el próximo martes no se sabrá en que en circunscripciones se producirán estas destituciones y en favor de que fuerza.

Otra incógnita que deberá despejarse en la segunda vuelta es si el bloque ganador logra la mayoría absoluta o no. Marine Le Pen ya ha hecho un llamamiento a los franceses para que en la segunda vuelta electoral los franceses le concedan la mayoría absoluta, como su propio candidato y posible futuro primer ministro Jordan Bardella ya manifestó hace pocos días que aceptaría el puesto solamente si tiene la mayoría absoluta.

Hay quién ha atribuido a Bardella el triunfo de la extrema derecha, ya que ha utilizado un lenguaje cuidado enfriando algunas cuestiones, como la reforma de las pensiones, pero insistiendo en controlar la inmigración y el poder de compra de los franceses.