Felipe Etxebarria
Análisis
Concluido el invierno, la guerra sigue estancada en Ucrania
Felipe Etxebarria
La guerra ha continuado provocando miles de muertos en ambos lados del frente, pero las posiciones parecen en este momento estancadas.
El invierno ha terminado sin que se haya producido ninguna gran ofensiva que se anunciaba en su inicio y que se creía seria decisiva para marcar el curso de la guerra.
La guerra ha continuado provocando miles de muertos en ambos lados del frente, pero las posiciones parecen en este momento estancadas. Tras los combates en Jersón y el abandono por parte de Rusia de la cabeza occidental del puente sobre el rio Dnieper, lo que le ha permitido a Ucrania tomar el control de toda la orilla occidental, sus fuerzas no han logrado avances significativos en sus posiciones. Las grandes contraofensivas ucranianas anunciadas desde otoño no han tenido lugar.
¿Y Rusia? Putin ha intentado dar un giro a la guerra con el reclutamiento obligatorio de 200.00 soldados para lograr lo que no ha logrado hasta ahora, concretamente, hacerse con el control de Kiev. Pero ello no ha ocurrido durante todos estos meses del frio invierno, y se ha evolucionado a una guerra de desgaste como durante la Primera Guerra Mundial. Entonces tras una fuerte ofensiva alemana los frentes se estabilizaron durante largo tiempo. La guerra de desgaste dejó la línea de frente llena trincheras, alambradas, campos de minas y tumbas, lo que impedía avances significativos a los contendientes. Es lo que ahora está ocurriendo en el Donbass.
Kiev ha tenido ocasionalmente éxitos espectaculares en acciones de comandos especiales, y ha reivindicado grandes avances. Mientras tanto, las tropas de Putin llevan trabajando meses en la pequeña localidad de Bajmut y sus alrededores, donde los avances se miden por hileras de casas, no por provincias. A ello hay que añadir otros combates donde tampoco se logran grandes avances. Están también los ataques aéreos rusos contra las infraestucturas energéticas de Ucrania, pero con ello tampoco ha logrado interrumpir completamente la electriccidad y la calefacción hasta el punto de hacer la vida imposible en el frio invierno ucraniano. La narrativa del Kremlin es similar a la de Kiev, pero con los papeles invertidos. Esta vez es Ucrania la que sufre grandes pérdidas, y Rusia solo, pequeñas.
¿Qué hay detrás de este bloqueo? En la primera fase de lla guerra las fuerzas rusas realizaron profundas penetraciones en territorio vacío. Ucrania les dejaba hacer y permitía que las tropas atacantes ocuparan algunas poblaciones y posiciones fortificadas, pero entonces los ucranianos atacaban la retaguardia de las fuerzas invasoras, lo que les obligaba a retroceder. Esta segunda vez, en contra de lo previsto , los rusos no cometen el mismo error.
Grandes cantidades de armas necesarias.
Kiev, por el contrario, si ha podido llevar a cabo ofensivas en Jarkov y Jersón con las armas facilitadas por Occidente. Ucrania podría llevar a cabo grandes ofensivas solo si recibe nuevo material y municiones. Lo recordaba Valery Saluschnyj, el jefe de las fuerzas armadas de Ucrania; "Necesito 300 tanques, 700 vehículos blindados para el transporte del personal y 500 obuses".
Mientras tanto, pequeños grupos de las fuerzas ucranianas irrumpen en pequeñas poblaciones detrás del frente ruso. En medio del pánico, los soldados rusos abandonan sus posiciones dejando atrás muchas armas y munición y casi ningún soldado. En estos ataques, ponen los rusos mucha atención.
En esta situación, comenzada la primavera, ambos bandos están destinados a una guerra de desgaste cuyo resultado y duración en este momento es impredecible.