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Felipe Etxebarria

Análisis

Los escándalos que han llevado al Credit Suisse al borde del abismo

Felipe Etxebarria

Felipe Etxebarria

El decaimiento del Credit Suisse comenzó en los años 80 cuando fue acusado de ayudar al dictador filipino Ferdinand Marcos, y prosiguen en las siguientes décadas con las ayudas que dieron y las actividades llevadas a cabo por trabajadores y directivos.

La cocaína, la mafia japonesa, la corrupción en África, el espionaje y el fraude fiscal son temas que tradicionalmente no están relacionados con la banca. Sin embargo, cada uno de estos asuntos corresponde a los escándalos que han acompañado la lenta caída del Credit Suisse durante los últimos años.

La historia de asuntos sospechosos que han acompañado a este banco, fundado en 1856, se remontan a muchos años atrás. Al final de los años 80 ya, el Credit Suisse fue acusado de ser el banco que había ayudado al dictador filipino Ferdinand Marcos a ocultar su fortuna. En 1995, un tribunal de Zurich condenó al Credit Suisse a devolver 500 millones de dólares a los espoliados filipinos, recuerda The Guardian.

Este banco también ocultó el dinero malversado en Nigeria por el dictador Sana Abacha durante su mandato en los años 90. Cuando no ayudaba a los autócratas, este banco lo hacía plegándose ante los yakuzas, (mafia japonesa). Uno de sus banqueros les ayudó a blanquear 5000 millones de yenes aproximadamente (38 millones de euros al cambio de 2004), pero el banquero del Credit Suisse fue absuelto en Japón con el argumento de que no estaba al corriente del origen de esos fondos.

En la primera década del siglo XXI, el Credit Suisse ha ido pasando por diferentes escándalos de evasión fiscal, ya sea en Italia, en Alemania o en los Estados Unidos. La justicia de EE. UU. ya le impuso en 2014 una multa récord de 2600 millones de dólares por haber incitado a miles de contribuyentes a ocultar su fortuna en Suiza.

Algunos de sus clientes más destacados se han quejado también del trato que se les ha dado. Es el caso del antiguo primer ministro georgiano Bidzina Ivanichvili que acusó al banco de haber dilapidado su dinero en 2018. El Credit Suisse afirmó que todo había sido culpa de uno de sus banqueros, acusado de haber falsificado la firma del jefe del gobierno georgiano, para apostar en bolsa con sus fondos. El banquero se suicidó en 2020, y dos años después un tribunal de las Bermudas condenó al banco a pagar más de 500 millones de dólares a Bidzina Ivanichvili.

Pero lo peor estaba aún por llegar. Entre 2019 y 2020, el Credit Suisse vivió "los peores años de su historia", según el Financial Times. El banco perdió a dos de sus directores ejecutivos por sendos asuntos turbios. El primero, Tidjiane Thiam, tuvo que dimitir en 2020 tras un escándalo de espionaje a varios empleados del banco. A continuación, fue Antonio Horta-Osorio, un célebre banquero portugués llamado a enderezar la entidad, quien tuvo que dimitir por haber violado varias veces las reglas sanitarias relacionadas con el confinamiento por la pandemia del Covid-19.

Además, el banco fue acusado en 2020 de haber faltado a sus obligaciones de control, y por ello de haber financiado un cartel búlgaro de la droga. Dos años después el Credit Suisse fue el primer banco en Suiza en ser sometido a juicio por este caso.

Esta sucesión de escándalos ha minado la reputación del banco y ha llevado a algunos clientes ricos a abandonar el Credit Suisse. Hace algunos meses, sus responsables entonaron el "mea culpa" y pidieron más tiempo para cambiar las cosas. Pero justo es tiempo lo que no dispone el Credit Suisse, porque con la quiebra del SVB todo se ha acelerado.