Jesús Torquemada
Análisis
Boris lo complica aún más
Jesús Torquemada
En el fondo, estamos en el punto de partida de siempre: el asunto de la frontera de Irlanda es imposible de resolver.
La propuesta de Boris Johnson para resolver el problema de la frontera en Irlanda es enrevesada, como lo es todo en el brexit. Básicamente, funcionaría así: por un lado, Irlanda del Norte y la República de Irlanda pasarían a tener dos sistemas aduaneros distintos. Como el Reino Unido se sale del sistema aduanero de la Unión Europea, Irlanda del Norte se sale también. Por otro lado, durante un periodo de al menos cuatro años, Irlanda del Norte mantiene las normas del mercado único europeo, es decir, que sus productos agrícolas e industriales tendrán que cumplir las mismas normas que cumplen las empresas de la República de Irlanda.
En cualquier caso, esta propuesta implica la creación de algún tipo de frontera en la isla de Irlanda para controlar el tráfico aduanero. Lo cual va en contra de los acuerdos de paz de Viernes Santo y es inaceptable para la Unión Europea, porque el Gobierno de Irlanda no quiere ningún tipo de frontera. En el fondo, estamos en el punto de partida de siempre: el asunto de la frontera de Irlanda es imposible de resolver. Eso lo sabían de sobra los que impulsaron el brexit, pero se lo callaron.
