Jesús Torquemada
Análisis
El 'brexit' se pone emocionante
Jesús Torquemada
El 29 de marzo, la fecha oficial de la salida, llega ya, y May va a solicitar una prórroga a Europa, aunque no sabe para qué. Los socios europeos la concederán, aunque tampoco saben para qué.
El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, se ha cargado la estrategia de la primera ministra Theresa May. Lo que quiere May es someter a votación, por tercera vez, el acuerdo que ella firmó con los líderes europeos para la salida del Reino Unido de la Unión Europea. May cree que a la tercera va la vencida y que, esta vez, los diputados de su partido que votaron en contra del acuerdo votarían a su favor. ¿Por qué? Porque se van a asustar ante la posibilidad de que el brexit se retrase o incluso no se lleve nunca a cabo. Pero Bercow ha advertido de que la tradición parlamentaria británica dice que no puede volverse a votar una moción que ya ha sido votada antes, salvo que se le hagan cambios importantes.
El 29 de marzo, la fecha oficial de la salida, llega ya, y May va a solicitar una prórroga a sus colegas europeos. Esa prórroga fue respaldada por el Parlamento la semana pasada en una votación. May va a pedir una prórroga, pero ni ella misma sabe para qué. Los socios europeos están casi obligados a conceder esa prórroga, aunque tampoco saben para qué. El 29 de marzo también les asusta a ellos. Si no hay prórroga, ese día a medianoche el Reino Unido quedará automáticamente fuera de la Unión Europea. Quedan nueve días y todavía se esperan giros sorprendentes en el guión.