Cerrar

Jesús Torquemada

Análisis

La tarea pendiente de Dilma Rousseff

Jesús Torquemada

Jesús Torquemada

Conforme la gente va saliendo de la pobreza y va accediendo a la clase media, empieza a tener otro tipo de exigencias.

El gran éxito de Dilma Rousseff ha sido reducir la pobreza en Brasil. Para ello, ha seguido con la política que inició su antecesor, Lula da Silva.

La clave es una ayuda mensual que se entrega a las familias más pobres con la condición, muy importante, de que esa familia mande a los hijos al colegio. Si no demuestra que los hijos están escolarizados, no cobra la ayuda.

Gracias a ese plan, la pobreza extrema se ha reducido a la mitad en Brasil, sobre todo en la región más atrasada, el Nordeste. Los pobres se lo han agradecido a Rousseff votando por ella; y como en Brasil hay más pobres que ricos, pues al final la presidenta ha conseguido un segundo mandato muy disputado.

Pero ahora Dilma tiene otros retos. Conforme la gente va saliendo de la pobreza y va accediendo a la clase media, empieza a tener otro tipo de exigencias. Quiere servicios públicos de calidad, buena educación, buena sanidad y buen transporte; y quiere también que se controle la corrupción, para que no ocurra que unos cuantos listos se aprovechan de la riqueza de todos.

El año pasado hubo una oleada de manifestaciones en Brasil que pedían precisamente eso, buenos servicios y lucha contra la corrupción. De esos que salieron a la calle, unos habrán votado a Rousseff y otros no, pero en su segundo mandato la presidenta tendrá que concentrarse en resolver esas demandas.

Los brasileños sienten que viven en un país rico en recursos y no se conforman con menos.