Iban Garate: 'El castellano es una lengua tan nuestra como el euskera'

Ya podemos verte otra vez en la gran pantalla, y no en una película cualquiera. ¿Cómo describirías Mystikal?Sí, no hay que perder la ocasión de verla. Es una película para toda la familia, decimos que es más adecuada para mayores de siete años para que nadie se asuste con los monstruos que puedan salir, pero es para que los chavales la vean con sus padres. Pienso que es una película que se ha hecho con mucho trabajo y con mucho sudor y que merece la pena ver. Es espectacular, de verdad. Es algo diferente y especial, hay actores de carne y hueso, pero también otros personajes hechos con animación. Todos los espacios, todos los decorados, son falsos, virtuales, hechos por ordenador, y eso es algo que se ha hecho por primera vez en Europa; toda una película con la técnica de croma y con escenarios virtuales.

¿Es difícil trabajar con decorados virtuales?Sí. Tengo que reconocer que cuando menos ha sido un reto. No estamos acostumbrados y el estar en un espacio físico con actores de carne y hueso y donde se puedes tocar las cosas tiene sus ventajas. El actor entra más fácilmente en ambiente si puede tocar algo, si tiene referencias claras. Parece una tontería, pero el poder ver una puerta o el tener un actor al lado a quien mirar o tocar, supone mucho para un actor a la hora de meterse en el personaje. Por el contrario, con la técnica del croma, todo el espacio está vacío, todo está en la imaginación del actor. Puede parecer frío el no tocar a otro actor, el no ver el espacio, pero si el director tiene claro lo que se ve en ese momento en la pantalla, aunque el actor no lo vea, eso ayuda mucho. Ángel, el director, nos decía: "Vas a ver un ser muy feo en esta ventana, te vas a asustar, te caes del miedo; luego, das cinco pasos a cuatro patas, y vas a salir por una puerta que está allí". Memorizábamos todas esas acciones, y aunque no veíamos nada, imaginábamos que las estábamos viendo de verdad. Es una tarea que requiere mucha concentración Está claro que en el futuro se van a realizar más películas de este tipo y, como actores, hemos tenido mucha suerte de poder participar en una producción así. Parece que es algo lejano y no, se ha hecho en Gipuzkoa, y estamos orgullosos de que la primera película europea que se ha realizado por completo usando ese sistema se haya hecho en Euskal Herria.

Y el año que viene estrenas Arriya. ¿Qué tipo de película vamos a ver?Yo he tenido pocas oportunidades de hacer cine: Aupa Etxebeste!, en su día; ahora Mystical, y luego, Arriya. Y con las tres estoy muy a gusto. Arriya es la historia de dos familias. En el eje de la historia está la relación del individuo con el colectivo. Mi personaje es Peru. Tiene problemas, quiere tomar sus propias decisiones, pero nunca decide por sí mismo, el colectivo o la sociedad le lleva por el camino trazado. Hay una apuesta entre las dos familias, entre una mula y un caballo, tirando de una piedra. Puede ser una metáfora de que cada uno tiene su piedra y de que es el peso de la tradición. Alberto, el director, es un gran amigo y él está contento. El siguiente paso es que el público esté contento, pero estoy seguro de que lo va a estar.

¿Qué tal te has arreglado interpretando en castellano?Al igual que ocurre en Euskal Herria, algunos sabemos euskera y otros no, y en la película se ve eso. Para mí es algo nuevo, es la primera vez que trabajo en castellano, pero los vascos, al menos aquí en hegoalde, y en Iparralde pasará igual con el francés, tenemos dos lenguas propias. Mi lengua materna es el euskera, pero el castellano también es mi lengua y, en ese sentido, no hay problema al ser una lengua que hablo desde pequeño. A lo mejor somos más naturales en nuestra lengua materna y nos salen las cosas mejor a la primera, pero trabajándolo, y esa es nuestra profesión... Si hay que hacerlo en castellano, lo hacemos en castellano, porque es una lengua tan nuestra como el euskera.

Entonces, si surge algún proyecto en Madrid, ¿te vas a Madrid?(Ja,ja) No sé, eso es muy distinto. Marcharse de aquí es otra cosa. Uno tiene sus lazos allí donde está y no es tan fácil. Pero, claro, yo soy un profesional y un profesional si tiene un proyecto que merece la pena entre manos... No nos resulta lejos ni Madrid, ni Bruselas, ni......Hollywood?¡En eso ni se piensa! Igual porque Madrid lo tenemos más cerca, y en Hollywood no se puede ni pensar. Si surgiera, me iría, por supuesto. Solo por probar. Pero yo no lo voy a buscar, ¿eh?

Han pasado 13 años desde que comenzaste en "Goenkale" y desde entonces no has parado, pero, aún así, has terminado la carrera. ¿Ha sido duro compaginar los estudios y el trabajo?Siempre es duro. Si el trabajo fuera solo diversión, si requiriera poco tiempo, a lo mejor no sería tan difícil, pero el trabajo requiere su tiempo y un estudiante también necesita sus horas para estudiar. Nuestro sistema educativo no está pensado para aunar ambas cosas; ahí hay otro problema. Yo he tenido mucha suerte. En la época de ikastola, tanto los compañeros como los profesores me ayudaron mucho y gracias a ellos pude terminar bien los estudios. Y en la universidad también, bajando un poco la carga de trabajo, he podido hacerlo. Acabé comunicación audiovisual hace tres años. Pero las cosas no son fáciles y uno tiene que trabajar mucho, esa es la clave. Pero sarna con gusto no pica y, en ese sentido, no puedo quejarme.

En un principio empezaste a estudiar economía.Yo siempre había tenido claro que quería estudiar economía, porque era un mundo que me interesaba, y me parecía que, como vivimos en un mundo construido sobre la economía capitalista o sobre el mundo financiero, es imprescindible para conocerlo. Con 18 años incluso dejé "Goenkale", y justo me surgió lo de "Betizu", pero lo hice mientras estudiaba economía en Deusto. Mi prioridad era acabar Económicas. Más adelante me surgió la posibilidad de presentar directos en "Betizu". Me pareció que ETB hacía una fuerte apuesta dejando la responsabilidad de un programa diario en directo sobre un joven de 21 años y pensé que era momento de aunar esos dos mundo, el de la economía y el audiovisual. Y hoy en día, junto con dos amigos, tenemos la productora Tuntuxa en Zumaia. Trato de llevar adelante el mundo de la gestión empresarial desarrollando proyectos propios. No son mundos tan distantes; el mundo de la producción y el de la economía están muy ligados.

¿Cuál es tu labor en Tuntuxa?Hago labores de productor. Somos tres socios: Alberto Gorritiberea, el director de Arriya; Mikel Mendizabal, que ha trabajado como ayudante de dirección y como script en el cine; y yo. Mi labor es coordinar los trabajos de la empresa y encargarme de las tareas de producción, lo de Alberto es todo relativo a la creatividad, y Mikel lleva el tema más técnico. Somos personas con unos perfiles muy distintos y entre los tres tratamos de sacar adelante nuestros trabajos, de momento pequeñas cosas, pero con intención de pegar fuerte en el futuro.

¿En qué estáis trabajando ahora?Estamos preparando un nuevo proyecto. En 2009 estrenamos el documental Flysch, el susurrro de las rocas. Ha participado ETB junto a otras instituciones y recientemente hemos ganado un premio en el Festival de Cine Científico de Ronda. Nuestro segundo proyecto ha sido Ttaup, ttaup! El latir del remo, dirigido por Eneko Dorronsoro. Es un documental sobre el mundo del remo. Eneko se integró durante un año en el grupo de remo de Zumaia y con lo que allí vio hemos hecho un documental de 67 minutos. Ahora vamos a tratar de meter algún proyecto en ETB, pero aparte de eso, estamos preparando cosas para cine. Ya se sabe que en nuestro sector los proyectos no se preparan de un día para otro y que necesitan dos o tres años de proceso de maduración.

¿Tienes proyectos al margen de Tuntuxa?En este momento no. No diría que no. Quisiera hacer algo en televisión, porque la tele ha sido mi hábitat natural los últimos 13 años. Pero de momento no ha surgido nada y seguiremos sacando nuestras cosas adelante. No voy a trabajar solo con Tuntuxa; no quiero hacerlo. Quiero seguir como hasta ahora. Aún así, Tuntuxa es una plataforma para sacar adelante nuestros propios proyectos.

Has trabajado en cine y en televisión, delante y detrás de la cámara. ¿Te queda algo por hacer?Radio. Nunca he hecho radio. Buen, hice en la época de la universidad. En la Universidad de Navarra hacíamos un programa en euskera que se llamaba "Ilunafarra". Hicimos diez programas, pero nunca he hecho radio de forma profesional, y nunca es tarde. Todavía tengo 28 años y ese día llegará.

Algo que muchas querrán saber... ¿Tienes novia?Sí tengo, sí. No te diré quién es, pero no anda lejos de Eitb. Pregunta en la radio...