Van Rompuy negociará con la Eurocámara el nuevo presidente de la CE

Los líderes de la Unión Europea (UE) han dado este martes el mandato al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para que negocie con la Eurocámara el nombre del futuro presidente de la Comisión Europea y para diseñar la agenda estratégica de ese organismo en los próximos años.

En la cumbre celebrada este martes, un gran número de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE ha apoyado al candidato del Partido Popular Europeo, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, como nuevo presidente de la Comisión, tras ganar su grupo las elecciones a la Eurocámara.

Sin embargo, el primer ministro británico, David Cameron, le ha tachado de hombre "del pasado" y ha iniciado la búsqueda de apoyos para intentar vetar su nombramiento.

La candidatura de Juncker para sustituir a José Manuel Durao Barroso ha empezado a ganar puntos durante la mañana del martes, cuando el grupo socialista en la Eurocámara ha acabado aceptando que el ex presidente del Eurogrupo sea el primero en buscar la mayoría. "El PPE -pese a un retroceso sustancial- sigue siendo el mayor grupo en el Parlamento Europeo. Su candidato a presidente de la Comisión tiene el claro derecho de iniciar las negociaciones para buscar una mayoría en el Parlamento Europeo", ha dicho el presidente del grupo socialista, en un comunicado. Juncker se convierte así, a falta de pactar un programa con los socialistas, en el candidato de la Eurocámara.

Cameron

Sin embargo, David Cameron, cuyo partido ha sido derrotado por los euroescépticos del UKIP en las elecciones europeas, ha iniciado de inmediato una ronda de contactos para tratar de bloquear el nombramiento del luxemburgués. Sólo el primer ministro sueco se ha hecho eco expresamente de las preocupaciones de Cameron, ya que uno de los aliados tradicionales de Reino Unido, el irlandés Kenny, ha apoyado expresamente a Juncker.

Francia pide cambios

El presidente francés no ha querido pronunciarse expresamente sobre Juncker. Hollande ha reclamado "reorientar" la UE para responder a las demandas que los ciudadanos han expresado en las urnas. "Cuando Francia vota como lo hizo el domingo, hay un problema. Pero no es un problema sólo para Francia (...), sino también un problema también para Europa".

"Europa debe escuchar lo que ha pasado en Francia, y mi papel aquí es continuar lo que vengo haciendo desde hace dos años, reorientar Europa pero con todavía más fuerza", ha insistido el presidente francés.