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ENTREVISTA
Gardiazabal: 'Euskadi debe liderar el cambio en la industria europea'
Por otro lado, la eurodiputada socialista cree que en la próxima legislatura Europa no verá nacer nuevos estados y añade que "el nacionalismo es incompatible con el mundo en el que vivimos".
Gaizka Palacios | EITB.COM
Eider Gardiazabal (Bilbao, 1975) opta a su segunda legislatura como eurodiputada del PSOE en el Parlamento Europeo. Desde 2009 trabaja dentro del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, y actualmente es vicepresidenta de la Comisión de Presupuestos y miembro de la Comisión de Transportes.
- Nos encontramos ante una falta de identidad europea. Hay un distanciamiento notable entre las instituciones y los ciudadanos. ¿Qué nos jugamos el 25M? Dígame por qué debería ir a votar.
La crítica generalizada a la Unión Europea se debe a las decisiones tomadas en los últimos años para combatir la crisis. A pesar del rechazo frontal de los socialistas europeos, la UE, liderada por la derecha, ha apostado por los recortes sociales, por los rescates asfixiantes y por las recetas neoliberales. Los ciudadanos no están en contra del proyecto europeo, sino de quienes han dirigido este proyectos europeo.
En esta elecciones, como en anteriores, se va a decidir el liderazgo para los próximos 5 años y el tipo de políticas que se van a poner en marcha. Con su voto van a decidir si quieren un parlamento dominado por euroescepticos, nacionalistas y conservadores que seguirán apostando por recetas neoliberales y por medidas poco solidarias o por un parlamento de izquierdas, solidario, que cambie el rumbo de la UE para conseguir una Europa distinta a la actual, más social, más humana, más preocupada por las necesidades de los europeos.
- Crisis económica. ¿Está dando la talla Europa?
Absolutamente no y es preciso que toda Europa se implique en el proceso. Dentro de esta "toda Europa" en primer lugar están las instituciones europeas, con la Comisión Europea y el BCE a la cabeza, que deben abandonar su doctrina neoliberal de inmovilismo público y activar todos los mecanismos existentes para reducir el desempleo, aumentar la financiación a las PYMES e invertir en educación, investigación e innovación.
En segundo lugar, tienen que cambiar los gobiernos nacionales europeos, que deben darse cuenta de que la manera más viable de salir de su crisis doméstica es hacerlo de la mano del resto de socios europeos.
En tercer lugar, deberían cambiar los ciudadanos, que deben expresar el malestar existente en la sociedad en un cambio en la configuración del parlamento. Si los ciudadanos descontentos se quedan en casa el próximo 25 de mayo, el parlamento no será real, no se corresponderá con el sentir de la calle, y la actual derecha europea de los recortes y los rescates volverá a ganar las elecciones legitimando su en las urnas esta deriva tan dañina para Europa. Los ciudadanos europeos no podemos permitirlo.
- ¿Cuáles son los desafíos de Euskadi en Europa?
En mi opinión, el principal desafío de Euskadi es fomentar la continuidad del proyecto europeo y participar activamente en él. La UE no es un proyecto político competitivo donde hay ganadores y perdedores, es un proyecto solidario y cooperativo, donde las oportunidades de crecimiento y desarrollo propio está condicionado al de los socios europeos. Euskadi tiene que liderar el cambio en la industria europea hacia una industria más tecnológica, más innovadora que compita con el resto del mundo en calidad y no en precios. Somos referente para otras regiones y debemos compartir nuestra experiencia con la que obtendremos beneficios tanto directos como indirectos.
Euskadi tiene otros muchísimos desafíos y retos por delante con los que tendremos que lidiar los próximos 5 años. La 'Y vasca', el arco Atlántico, la política pesquera, la política fiscal, el problema demográfico, la inmigración...
- Hambre de independencia en Europa. ¿Verá la próxima Legislatura nacer nuevos Estados en Europa?
Sinceramente creo que no. Desde luego no dentro de la UE. Así lo han expresado diferentes portavoces de la Comisión. Hablar de independencia en Europa es un poco paradójico, ya que el proyecto europeo desde sus inicios se basa precisamente en todo lo contrario, en la cesión de parte de la soberanía nacional a los estamentos europeos para dar una mejor respuesta a los asuntos globales.
Esta tendencia de colaboración internacional que se extiende por otros continentes, choca de frente con las tesis y principios nacionalistas de reclamar la independencia de su destino y funcionamiento.
Creo que el nacionalismo es incompatible e incomprensible en el mundo en el que vivimos. Creo que las ensoñaciones independentistas son en estos momentos, una cortina de humo que tiempo y recursos de los verdaderos problemas de la gente.
- ¿Qué papel debe jugar el PE en la gestión del proceso de normalización de nuestro país?
No creo que el PE ni la UE tengan que jugar ningún papel en ese sentido en Euskadi. Las instituciones europeas consideran que es un tema de ámbito nacional, y lo que quieren es que sigamos trabajando para consolidar la paz. Muchas veces, cuando se habla de este tema se hace mención al programa PEACE en Irlanda del Norte como si hubiera sido el artífice de la paz en esa región aunque tan sólo consistió en destinar una parte de los fondos que ya recibían vía fondos estructurales a algunas zonas muy deprimidas social y económicamente
- Se encamina a otra legislatura en el Parlamento Europeo. ¿Qué le ha quedado por hacer?
Ha sido una legislatura muy muy intensa ya que por una lado ha sido la legislatura de la crisis, con debates y propuestas interesantísimas, con pasos como la Unión bancaria jamás pensados hace unos años. Por otro lado, en este mandato se acababa un ciclo de programación y hemos tenido que rediseñar políticas tan importantes como la agrícola, la pesquera, los fondos estructurarles y regionales... Pero quedan muchas asignaturas pendientes no solo en el tema estrictamente económico, sino en temas tan fundamentales como inmigración, suministro energético, cambio climático, industria, cooperación al desarrollo, política exterior...
Estos 5 años me he dedicado fundamente a los presupuestos de la UE, tanto a los anuales como a los planificados para los próximos 7 años. He ido asumiendo cada vez mas responsabilidades dentro de la comisión de presupuestos y este 2014 he sido nombrada ponente del presupuesto 2015, es decir, la que va a confeccionar el presupuesto de la UE en nombre del PE y la que negociará el presupuesto final con los 28 estados miembro.
Por lo tanto el próximo mandato seguiré trabajando en la Comisión de Presupuestos con el objetivo de redactar un presupuesto más acorde con las necesidades de la gente. Es decir con más inversión en educación a través del programa Erasmus plus, con más posibilidades de financiación para las PYMES y los proyectos de innovación a través de los programas COSME Y HORIZONTE 2020, y con más recursos para luchar contra el paro juvenil a través de la iniciativa de empleo joven. Para ello he pedido a la Comisión y a los 28 países que acepten adelantar a 2015 y 2016 inversiones previstas en 2019 y 2020, porque es ahora cuando necesitamos esa inyección de financiación y no dentro de 5 años.
- Los parlamentarios tienen fama de vivir en un retiro dorado. ¿Cómo es su día a día?
La verdad es que duele mucho que se siga hablando de retiro dorado en relación al trabajo que se realiza en el Parlamento Europeo. Igual en los inicios de la UE sí podría hablarse de retiro dorado, pues la UE no tenía competencias, pero ahora el Parlamento es decisivo y competente en muchísimas materias, más que los parlamentos nacionales o autonómicos y somos los parlamentarios europeos los que desarrollamos la mayor parte de esa actividad.
Yo soy vicepresidenta de la Comisión de Presupuestos y miembro de la Comisión de Transportes y mi día a día está repleto de reuniones oficiales, de reuniones de negociación con otros grupos políticos, con la Comisión Europea, con el Consejo y por supuesto reuniones con colectivos, asociaciones y empresas interesadas y afectadas por la legislación europea.
Cuando los grupos nos visitan en Bruselas, no ven políticos ociosos y retirados, sino que ven salas y pasillos llenos de gente, corriendo de una reunión a otra por poder hacer todo lo previsto en el día. Hablar de retiro dorado cuando recibes más de 1.000 mails al día con información importante, con peticiones concretas, con enmiendas y tienes una agenda desde primera hora hasta última, llena de reuniones en las que tienes que tomar decisiones que afectan directamente a la vida de la gente es no conocer el ingente trabajo que se realiza en las instituciones europeas.