El coleccionista no se equivocaba: era de Van Gogh
El coleccionista Dirk Hannema compró la pintura Le Blute Fin convencido de que era de Vang Gogh. Al parecer, Hannema mintió una vez respecto a una copia de un Vermmer. Y por eso, nadie le creyó. Pero, el coleccionista no se equivocaba: el cuadro era de Van Gogh.