Oscar Terol

Nació por primera vez en pleno siglo veinte, bajo el signo de escorpio, con luna menguante, en una localidad costera de Euskadi. El hecho de ver la luz en el seno de una familia humilde, tradicional y trabajadora no hizo mella en su voluntad y decidió, a la temprana edad de veinticinco años, en plena adolescencia vasca, dedicarse a la noble tarea de vivir del cuento. Recorrió pueblos, plazas y bares en busca de pan y gloria, hasta que encontró su reino en Euskal Telebista. Con buen criterio han intentado echarle en muchas ocasiones, pero siempre se cuela y vuelve a la programación. Las leyendas urbanas dicen que puede que tenga copia de las llaves del ente público. El interesado, y nunca mejor dicho, contesta diciendo que es el fontanero que todos los desagües quisieran tener. Ahora vuelve a nacer para recordarnos que ya queda menos para todo menos para la jubilación.