Gorka Otxoa

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Nací en Donostia justo diez años después de que Los Beatles lanzaran "Yellow Submarine", es decir, el 13 de enero de 1979. Desde entonces, y hasta el último estirón, no hice otra cosa que crecer hasta llegar a los 182 centímetros que mido hoy en día.

Primero me picó el gusanillo del baile, con la ezpata dantza y el aurresku. Luego ya vino el tema de la interpretación. "Goenkale" fue mi gran escuela. Trabajé dos años en la serie, hasta que mi personaje murió por una intoxicación cárnica, y ya todo fue a mejor.

“Vaya semanita”, de ETB, y aquella cuadrilla con el “inglés que vino a Bilbao” fueron la catapulta que mi carrera necesitaba. De las series televisivas en las que he participado igual recordaréis, o igual no, mi trabajo en Cuestión de Sexo o Doctor Mateo. Del cine, al pringadete de Pagafantas, al escritor en apuros que huye de hombres lobos en Lobos de Arga o al ligón, también en apuros pero porque tiene que mantener varias relaciones a la vez, de Bypass, una gran película. Y del teatro, La ratonera, Sueño de una noche de verano o Hamlet.

Y sobre el tema que nos ocupa, o sea, los doce programas de ETB donde contamos la historia de estos últimos treinta años, os diré que estoy entregado. Sinceramente, creo que están quedando de lo más resultones.

En resumen: ¡Gracias, Petrov!