La selva amazónica, espectacular escenario de una durísima aventura

Tras finalizar la undécima edición de "El Conquistador del Fin del Mundo", Txema Montoya y Joxan Goñi, directores del programa, ya adelantaron que la nueva edición iba a ser completamente novedosa. Y así ha sido: quienes esperaban ver montañas llenas de nieve de la Patagonia y el famoso Faro del Fin del Mundo del canal de Beagle, estaban equivocados.

En esta edición estamos en el pulmón verde del planeta, en el Amazonas, en las orillas de la triple frontera entre Colombia, Brasil y Perú.

En la búsqueda de nuevos e inesperados retos, el programa ha llegado a uno de los lugares más salvajes del planeta: la asfixiante selva amazónica pondrá a prueba la capacidad de supervivencia de los nuevos participantes.

Los concursantes se tendrán que enfrentar a la lluvia, el calor, insectos, caimanes, a las anacondas y muchos más depredadores.

Pero no todo serán peligrosas amenazas para los participantes: también habrá momentos amables para poder disfrutar de todo lo que nos ofrece el pulmón verde del planeta.

En la triple frontera también descubrirán que la selva amazónica marcará un antes y un después en los paisajes, la dinámica y los protagonistas del programa. Los jacanas, ticunas y yaguas son los moradores de estas inhóspitas tierras, y los concursantes tendrán que adaptarse a su ancestral modo de vida.

Triple frontera amazónica: Colombia, Brasil y Perú

Como nos muestra Gotzon en el vídeo de arriba, la zona en la que se ha grabado "El Conquistador del Amazonas" es la que conforman las localidades de Leticia (Colombia), Santa Rosa (Perú) y Tabatinga (Brasil). En esta zona fronteriza, que se puede recorrer en una hora, nos encontramos con muchos habitantes con doble nacionalidad, ya que muchos de ellos tienen progenitores de distintas nacionalidades. Asimismo, en esta triple frontera, se pueden utilizar indistintamente las monedas de los tres países: real brasileño, peso colombiano y el sol peruano.

Peligros de la selva amazónica

Fernando Castaño, médico del programa, nos explica que los concursantes se enfrentan a las típicas enfermedades tropicales. Se trata de enfermedades producidas por picaduras de insectos, como el dengue o la fiebre amarilla; y las producidas por animales ponzoñosos como serpientes y escarabajos, que pueden producir lesiones en la piel y reacciones alérgicas.

Asimismo, la falta de agua puede producir deshidratación a los concursantes, y el beber agua no potable les puede acarrear molestias digestivas.

Además, el clima asfixiante de la selva amazónica hace que las pruebas sean más duras, ya que los concursantes se cansan más, se fatigan más.