Agresiones sexuales

La ministra de Hacienda del Gobierno español conside "una vergüenza" que "todavía se cuestione el testimonio de una víctima y se diga que la presunción de inocencia está por delante del testimonio de mujeres jóvenes, valientes, que deciden denunciar a los poderosos, a los grandes, a los famosos".

Según Bosch, los jueces han puesto la presunción de inocencia del exfutbolista en el centro. Es decir, consideran que la acusación no ha aportado pruebas suficientes.

El de este lunes se presume el primero de una sucesión de procesos por agresiones sexuales, a la vista de las denuncias que ha ido acumulando. El actor francés, de 76 años, ha negado sistemáticamente las acusaciones.

Las activistas han entrado en la sala interrumpiendo el acto. Cada vez más ex-alumnos de la escuela de Betharram están denunciando más casos de violaciones, malos tratos y torturas. Hay 150 denuncias contra clérigos y guardianes, pero en casi todos los casos los delitos han prescrito.

Una concentración ha denunciado frente al Ayuntamiento de Burlada la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra que rebaja la pena a un hombre que violó a una menor de 13 años, al estimar que el condenado "pudo razonablemente considerar" que la víctima no era menor de 16 años.

La Fiscalía de Gipuzkoa ha reclamado 85 años de prisión para el monitor: 84 años por 11 delitos a menores de 16 años y un año más por un delito de posesión de material de explotación sexual infantil.

Con el escándalo del colegio católico de Betharram en el Bearne, se comienzan a suceder denuncias contra otros centros católicos del entorno, también en Euskal Herria.

Arlette Apraiz, miembro de Gernikako Sare Feminista, cree que todavía hay muchos casos de abusos que no se denuncian y cree que este caso puede crear precedente.

El exentrenador de baloncesto mantuvo durante tres años y medio unos 50 encuentros sexuales con una jugadora de baloncesto menor de edad, especialmente vulnerable.

Joël Le Scouarnec, que estuvo en activo en varias clínicas privadas y hospitales públicos del oeste de Francia, ha asegurado ante el Tribunal de lo Criminal de Morbihan en la ciudad bretona de Vannes "ser ahora consciente de que esas heridas son imborrables, irreparables".

La jueza Ane Fadrique, a pesar de los claroscuros que observa en la sentencia, ve como un avance que se haya condenado el beso no consentido, algo que hace unos años, hubiera sido impensable.

La agresión sexual denunciada por Naiara ocurrió en el bar del Hogar del Jubilado de Zalla. Naiara comunicó a la encargada del local lo ocurrido, pero en vez de recibir su apoyo, terminó despidiéndola.