Ser dueño del Palacio de Zulueta, y eso, sin tener tanta pasta como Querejeta. O poseer Mendizorroza, ese templo futbolístico, sin hacer exagerado desembolso crematístico. Convertirme en propietario de la Virgen Blanca y el Iradier Arena, todo ello sin pagar una cantidad de dinero obscena...
© EITB - 2024 - Portal de Privacidad - Aviso Legal - Política de cookies - Configuración cookies - Transparencia - Contacto - Mapa Web