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CARA A CARA 5-9-2018

Cruz de Olarizu: "El Ayuntamiento debe respetar las competencias locales"

Eduardo Inclán y Cristina Bereziartua debaten sobre la cruz de Olarizu, a raiz de la decisión del Concejo de Mendiola de derribo por hallarse en terrenos comunales.

  • 9:02 min
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Hoy una placa que contextualiza la Cruz ha sido colocada en la trasera de la Casa de la Dehesa de Olarizu. En ella se explica su historia y que fue utilizada por el régimen franquista. El alcalde de la capital alavesa, Gorka Urtaran, asegura que no va a conceder ninguna licencia municipal para derribar la Cruz. Eduardo Inclán explica que la Cruz de Olarizu recuerda un evento religioso que ocurrió en Vitoria y que el Concejo de Mendiola forma parte del Ayuntamiento de la capital alavesa, por lo que si quieren derribar algo tendrán que pedir permiso al alcalde que, de momento, no va a conceder ese permiso.

Cristina Bereziartua señala que la Cruz está vinculada al franquismo, aunque sea por una apropiación posterior. Otra cuestión es, para ella, si hay que contextualizar este hecho o derribar la Cruz. La analista de la actualidad se muestra reacia, en un principio, a elegir entre las dos opciones para añadir que cree que hay que respetar lo que diga el Concejo que tiene la competencia.

Eduardo Inclán expone que Urtaran también es el alcalde de Mendiola y hay que pedir allí un permiso al Ayuntamiento para construir y derribar. La contertulia opina que el Consistorio debe respetar las competencias de la entidad local si se decide el derribo. Inclán insiste en que uno solicita y la entidad a la que se le solicita concede o no concede. Para Bereziartua el Ayuntamiento tendría que respetar y facilitar el acuerdo y el alcalde tendría que intentar buscar consensos para lo que, en su opinión, no tiene mucha habilidad. Y añade que hay un debate que ha trascendido a toda la ciudad.

El contertulio aclara que el monumento se hizo por suscripción popular de todos los vitorianos y que tiene que ser tutelado por el Ayuntamiento. Cristina Bereziartua insiste en que en lugar de imponer su criterio el alcalde, tendría que haber habido una mesa de debate para intentar llegar a un acuerdo.