Los hallazgos de Iruña-Veleia cumplen diez años

Hoy se cumplen diez años, desde que el yacimiento de Iruña-Veleia comenzó a acaparar titulares. Primero, por lo que parecían unos hallazgos extraordinarios, y después, por el escándalo en torno a la veracidad de las transcripciones en euskera encontradas allí. Diez años después, Eliseo Gil, director del yacimiento por aquel entonces, sigue sin saber si se sentará en el banquillo.

Ocho de junio de 2006. Eliseo Gil, director del yacimiento de Iruña-Veleia, informa de que han encontrado un calvario datado en el siglo tercero. Sólo una semana después, anuncia, que las inscripciones en euskera más antiguas, conocidas hasta la fecha, también están en Iruña-Veleia.

Pero las cosas se empezaron a torcer rápidamente. El filólogo Joaquín Gorrotxategi, que había comparecido en rueda de prensa junto a Gil, empezó a sospechar públicamente de la veracidad de las inscripciones. Este y otros indicios, llevaron a la Diputación a crear un comité científico. Los resultados del informe del comité se conocieron en noviembre del 2008. Eran demoledores.

Más de siete años han pasado desde entonces, y las posturas siguen enquistadas. La Diputación puso una querella contra Gil, que a día de hoy continúa en fase de instrucción. Por su parte, la plataforma SOS Iruña-Veleia y el filólogo Juan Martin Elexpuru, defienden la veracidad de las inscripciones.

Por si fuera poco, hay una segunda querella en los juzgados. La interpuesta por la propia SOS Iruña-Veleia, contra Julio Núñez. El arqueólogo que tomó las riendas del yacimiento en 2009. Le acusan de trabajar con una excavadora, provocando perjuicios contra el patrimonio.

La querella fue admitida a trámite en abril de este año, y Núñez tendrá que comparecer. Hasta aquí, lo que ha dado de sí el culebrón de Iruña-Veleia.

Pero polémicas a un lado, el yacimiento alavés, sigue siendo uno de los más importantes de Euskal Herria. Una joya arqueológica, que no merece el desprestigio que ha sufrido durante la última década.