Entrevistas
HISTORIA
'Archiveras del humo': pasado y presente de las trabajadoras de Tabakalera
La realizadora Lucía Montero une en el tiempo a las cigarreras que fueron el corazón de la emblemática fábrica de tabaco y a las actuales trabajadoras del reconvertido en Centro Internacional de Cultura Contemporánea para realizar una "relectura crítica del pasado desde el presente y viceversa".
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De izquierda a derecha: Maite Sorozabal, Pili Jauregi, Itziar Imaz y Lucía Montero
25:36 min
Pili Jauregi y Maite Sorozabal son dos terremotos. Mujeres vitales, entusiastas que representan a la perfección el espíritu y la actitud de aquella plantilla de cigarreras que, durante 90 años, fueron el corazón de la fábrica de tabacos de Donostia, la icónica Tabacalera. El hilo que une a ambas con Itziar Imaz es muy fino. Es el perfil de las trabajadoras actuales del edificio, reconvertido en Centro Internacional de Cultura Contemporánea, en Tabakalera. Mujeres de antes y de ahora en torno a un lugar emblemático. Juntas han ido haciendo memoria viva de la historia que alberga el centro. Las cigarreras, a través de los recortes de prensa, de los objetos, los uniformes, los informes y los utensilios de trabajo que han conservado y reunido en los últimos años se han convertido en "archiveras del humo", y junto con las actuales trabajadoras del centro han conseguido hacer "una relectura del pasado desde el presente, y viceversa", dice Imaz. "Traer los relatos no oficiales de la historia de la fábrica y también sobre el trabajo de las mujeres", explica. "Lo que se guarda y cómo se cuenta eso que se guarda", resume.
Todo este trabajo cobra forma de película bajo la dirección de la artista visual y realizadora Lucía Montero. Se llama Archiveras del humo, un recorrido por Tabakalera. Una película donde Pili y Maite, al igual que otras cigarreras, recorren el centro cultural reconociendo cada esquina y recordando cómo era su anterior distribución. El "chollo" de trabajar en un "edificio majestuoso", donde "te pagaban un buen sueldo", estaban "muy bien consideradas" y donde se implantó por primera vez en Gipuzkoa la jornada de 8 horas. Historias de un pasado reciente que sigue construyéndose en el presente.