Boulevard Magazine
Destinos terroríficos
Los mejores viajes para pasar miedo de verdad
Radio Euskadi
Joseba Urquiola prepara una guía de viajes con destinos que dan un poco de miedo o bastante como Mary King’s Close, las catacumbas de París o el bosque Aokigahara, el bosque de los suicidas.
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Bosque Aokigahara. Wikipedia
14:20 min
Comenzamos la ruta terrorífica de 'Boulevard Magazine' de Radio Euskadi visitando Mary King's Close, un importante callejón comercial del siglo XVII, situado en la zona antigua de Edimburgo (Escocia). Hoy día se encuentra tapiado por el actual ayuntamiento de la ciudad.
Este complejo de callejuelas congeladas en el tiempo forma un laberinto en las profundidades del centro histórico de la ciudad. Después de ser en parte demolido y tapiado fue cerrado al público durante muchos años llegando a ser una fuente para mitos y leyendas urbanas de historias de fantasmas de las víctimas de la peste que murieron en estas casas.
El siguiente destino que propone Joseba Urquiola, director comercial del Club Marco Polo, son las catacumbas de París. Consiste en una red de túneles y cuartos subterráneos localizados forradas de huesos en lo que, durante la época romana, fuesen minas de piedra caliza. Las minas fueron convertidas en un cementerio común a finales del siglo XVIII. En la actualidad se conserva como un osario que alberga más de seis millones de esqueletos humanos, la mayor concentración de este tipo en Europa. La zona que se puede visitar tiene una envergadura de un kilómetro pero hay unos 150-200 kilómetros de catacumbas.
Aokigahara es un bosque de 35 km² ubicado al noroeste de la base del monte Fuji. El bosque tiene una asociación histórica con demonios de la mitología japonesa, y hay poemas de 1.000 años de antigüedad que indican que el bosque está maldito.¿ El turismo ha quedado limitado únicamente a zonas vigiladas y, aunque no está prohibido adentrarse al bosque, se colocan numerosas señales de advertencia en varios idiomas para ayudar a las personas que piensan en suicidarse.
También visitamos la casa de El Exorcista, en Georgetown y el Hotel Palmyra, Baalbeck, en Líbano.