Boulevard
Granjas experimentales
'En ningún caso se puede producir dolor al animal'
O.V. | Radio Euskadi
Nuevo escándalo en la ganadería francesa. Se trata de la perforación del lomo de las vacas para dejar una herida abierta suficientemente grande para que un brazo humano pueda acceder a su estómago.
-
Vaca y su dueño sentados en la hierba
12:43 min
Ésta es una práctica habitual en las granjas de ganado de Estados Unidos y Canadá pero no en las europeas. Se trata de perforar el lomo de las vacas para dejar una herida abierta suficientemente grande para que quepa un brazo humano. Esta especie de “ventana al estómago de la vaca” permite a los ganaderos e investigadores acceder a su estómago, analizar más fácilmente su contenido y conseguir mejores resultados productivos.
En unas imágenes que han sido difundidas por un grupo de defensa de los animales L214 se muestra una granja de explotación ganadera de la región de La Sarthe en el noroeste de Francia. El video se ha hecho viral y ha empujado una petición de recogida de firmas para prohibir este tipo de prácticas en las granjas de animales.
En una de esas imágenes se ve como un empleado del laboratorio mete el brazo hasta el codo por un agujero hecho en el lomo de una vaca. Han perforado un agujero en su estómago para poder acceder en cualquier momento a su contenido. Se hace una incisión a las vacas dejando un agujero de hasta 20 cm y se coloca unas cánulas dejando la herida abierta en el cuerpo de la vaca para toda su vida. La responsable de esta práctica es la empresa de alimentación Sanders. La asociación que ha difundido las imágenes ha presentado una denuncia contra la empresa que administra el laboratorio acusándole de un delito de experimentación ilícita, un delito que se puede castigar hasta con dos años de prisión.
Álvaro Mateos Amann, presidente del Colegio de Veterinarios de Bizkaia, explica en 'Boulevard Informativo' de Radio Euskadi que 'lo que parece que indican las imágenes es que es una granja experimental, un laboratorio. No es habitual' y añade que ésta práctica 'no está permitida en granjas de producción y de hecho no se hace'.
De todas formas Álvaro Mateos remarca que 'en ningún caso se puede producir dolor al animal'.
Cuestionado sobre si este tipo de centros existe en Euskadi declara que 'no' y asegura que 'los niveles de bienestar en los que tenemos a los animales de producción en Euskadi son punteros a nivel mundial'.