Boulevard Magazine
500 años de olvido
La historia del mercante vasco sin nombre
En la sección 'El armario del tiempo' Álvaro Arbina nos descubre la historia de un mercante del siglo XV descubierto en Gales que tiene una conexión con 'Juego de Tronos'.
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Imagen del mercante vasco de Newport de Wikimedia Commons
12:07 min
El escritor Álvaro Arbina recupera historias desconocidas u olvidadas en su sección de 'Boulevard'. En esta ocasión nos cuenta la historia de un mercante medieval descubierto en el verano del 2002.
Este pecio sin nombre, fue un descubrimiento arqueológico totalmente inesperado en los lodos submarinos del río Usk, Newport, al sur de Gales, una ciudad portuaria que aún conserva los vestigios de un intenso comercio en época medieval, lo que la llevó a convertirse en el primer puerto gales para la exportación del carbón.
En el año 2002 se construía un teatro en Newport. Las tareas de cimentación comenzaron a hurgar en las entrañas del puerto, encofrados, vigas, pilares de hormigón. Hasta que uno de los perfiles de acero obstaculizo con una estructura de madera. Entonces encontraron los restos naufragados y mejor conservados de un barco medieval. Se paralizaron las obras y un equipo de arqueólogos náuticos comenzó a investigar los restos del pecio. En seis meses consiguieron extraer el barco del barro y depositarlo en una nave industrial. Donde hoy se encuentra la orquesta del teatro, durante quinientos años hubo un barco olvidado por el mundo.
Los ciudadanos, mientras tanto, tomaron todas las medidas posibles para salvar el barco y movilizaron a las instituciones con el eslogan 'Salvemos nuestro barco'. Incluso organizaron dispositivos de vigias y voluntarios a pie de obra día y noche.
El mercante se desmanteló pieza por pieza, en orden reverso a su construcción, con la ayuda de arqueólogos del condado. Era un barco de dimensiones muy importantes para la época, con 30 metros de quilla y hasta 170 toneladas de carga, y 2.000 tablas, algunas de más de doce metros de largo y una tonelada de peso, trasladadas en un puzzle logístico de gran complejidad.
El hallazgo del mercante del siglo XV, considerado como un proyecto emblemático para la arqueología británica, permitió descifrar información relevante sobre la construcción naval de la época. Pero también dejó en el aire cuestiones cómo la procedencia del astillero donde fue construido. No estaba claro a qué tipo de comercio se dedicaba el mercante pero se especulaba con que en sus cartas de navegación se encontraban Bristol. También existía una carta en la que constaba que tuvo reparaciones y que fue utilizado para la guerra y apresado.
El primer indicio para los arqueólogos ingleses que hizo saltar la alarma y situar el barco en la Península Ibérica fue la estructura del mercante, conocida como a tingladillo típico de la cornisa cantábrica. Además, durante las excavaciones se recuperaron en su interior cerámicas hispanas, junto con monedas portuguesas y francesas. A partir de ahí, los investigadores de Newport enviaron muestras del pecio a varios laboratorios del sur de Europa para la identificación de las maderas, entre ellos, Arkeolan, un laboratorio guipuzcoano de investigación arqueológica.
Durante diez años, el origen del mercante sin nombre fue todo un misterio y un centro de atención tanto para los científicos e historiadores, como para la población y autoridades de Newport, como para la propia BBC, que le ha dedicado varios artículos y reportajes. Hasta que el caso del mercante volvió a los medios en el año 2012. El profesor Nigel Nayling de la University of Wales Trinity Saint David afirmó a la cadena BBC que el misterio de la nave de Newport, los restos de una muy bien conservada nave medieval, por fin, podía haber sido resuelto.
Aunque las cerámicas hispanas y las monedas halladas en el barco arrojaron indicios sobre la existencia de conexiones ibéricas, los recientes avances en la dendrocronología (datación de anillos de árboles) habían proporcionado la primera evidencia científica. Los resultados sugerían fuertemente que la nave fue construida originalmente en el País Vasco, donde la construcción naval de madera ha tenido una larga tradición. Durante una investigación que se demoró durante siente años, el laboratorio guipuzcoano de Arkeolan estudió las mediciones de 100 muestras de madera y llevó a cabo un complejo proceso que hizo ajustar las maderas hasta demostrar que la madera con la que se construyó el mercante, era de roble procedente del País Vasco.
A pesar de este descubrimiento, el nombre del barco siguió siendo un misterio y un reto para los historiadores durante años hasta que recientemente un grupo de arqueólogos marítimos de la Universidad de Bristol ha publicado el libro El mundo de la nave medieval de Newport: política comercial y transporte a mediados del siglo XV; un título que responde algunas de las incógnitas sobre el misterioso navío encontrado en el sur de Gales, uno de los barcos más grandes del Atlántico europeo del siglo XV.
Según algunas teorías, el barco debió participar en la Guerra de las Rosas, la inspiración de George R.R. Martin para Juego de Tronos.