Discapacidad y viajes

Alguien dijo en una ocasión: "Viajar enseña tolerancia". Pero ¿qué ocurre cuando la discriminación también factura su equipaje?.

La compañía aérea de bajo coste EasyJet ha sido condenada por un tribunal galo a pagar una multa de 70.000 euros por haber impedido subir al avión a tres personas discapacitadas que no iban acompañadas. Se adujeron razones de seguridad. El abogado de los tres demandantes, miembro de la Asociación de Paralíticos de Francia, ha calificado el veredicto de "histórico".

"Motivos de seguridad" se contempla en la legislación europea como una de las excepciones a la disposición que prohíbe a las operadoras "la denegación de la reserva o embarque de una persona por motivo de su movilidad reducida o discapacidad". Fue el propio fiscal el que definió los hechos como un "atentado contra la dignidad humana". Un atropello a los derechos humanos de las personas con movilidad reducida.

En el desarrollo del programa de ocio y tiempo libre de la Federación de Personas Discapacitadas de Bizkaia, Fekoor, conocen bien estas situacione. Se han topado con mil y un obstáculos, barreras tan infranqueables, a veces, como el más alto de los escalones.

Tienen en marcha un programa que ofrece la posibilidad de realizar un viaje de estas características a personas de entre 18 y 65 años con un grado de discapacidad física u orgánica igual o superior al 33%. Realizar un viaje al extranjero por cuenta propia se convierte, muchas veces, en una misión imposible para estas personas. Es fundamental el apoyo de una entidad que se ocupe de buscar y contratar los servicios turísticos adaptados y accesibles (transporte adaptado, hoteles adaptados, rutas accesibles, acompañantes…).