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notas de prensa

'Graffiti'

¿Por qué no hay Premio Nobel de matemáticas?

eitb.com

Raúl Ibáñez nos explica cómo es posible que matemáticos como Bertrand Russell, José de Echegaray, Aleksandr Solzhenitsyn o John Nash hayan ganado el prestigioso galardón sin categoria específica.

No es una explosión cualquiera. Surge de la dinamita y su ruido no sólo tiene consecuencias en la materia que altera o destruye, sino también en la creación humana.

La ciencia o, mejor dicho, quienes la hacen posible deben mucho a una fecha: 1867. Fue entonces cuando el inventor y químico sueco convirtió su sencillo apellido en el futuro blasón para toda una estirpe de eruditos.

Alfred Nobel consiguió entonces controlar, mediante un detonador, las explosiones de la nitroglicerina (inventada 2 años antes por el italiano Ascanio Sobrero). En 1865, perfeccionó el sistema con un detonador de mercurio, y dos años más tarde consiguió la dinamita, un explosivo plástico resultante de absorber la nitroglicerina en un material sólido poroso

Su inmensa fortuna conoció mejor dicha para la comunidad científica. En su testamento Alfred Bernhard Nobel dispuso que: “La totalidad de lo que queda de mi fortuna quedará dispuesta del modo siguiente: el capital, invertido en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyos intereses serán distribuidos cada año en forma de premios entre aquellos que durante el año precedente hayan realizado el mayor beneficio a la humanidad. Dichos intereses se dividirán en cinco partes iguales, que serán repartidas de la siguiente manera: una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento o el invento más importante dentro del campo de la física; otro para química; fisiología y la medicina; literatura, y procesos de paz.”

¿Qué pasó con las matemáticas? ¿Por qué esa omisión? ¿Fue intencionada?...