Pueblos y Ciudades
San Sebastián
El Tambor de Oro se elegirá por votación popular
AGENCIAS | REDACCIÓN
Según el acuerdo alcanzado entre los partidos, el Ayuntamiento seleccionará una terna de candidatos entre las propuestas presentadas y ésta se someterá posteriormente a votación.
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La escultora Cristina Iglesias recibió el Tambor de Oro en 2016. EFE
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Los donostiarras tendrán la última palabra, en forma de votación, para elegir al Tambor de Oro de la ciudad, entre varias propuestas seleccionadas por la Junta de Portavoces del Ayuntamiento donostiarra.
Los grupos han alcanzado un acuerdo para reformar el procedimiento del Tambor de Oro, el máximo galardón que otorga la ciudad, que este año quedó desierto después de las quejas y críticas por la elección de la persona premiada, la periodista Ángels Barceló, ya que muchos donostiarras cuestionaron sus méritos para merecer la distinción.
La Junta de Portavoces, reunida este martes, ha llegado a un acuerdo para reformar el procedimiento, que previsiblemente se aprobará definitivamente en la sesión del 15 de junio, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.
A partir de ahora, las asociaciones y ciudadanos podrán realizar sus propuestas durante un mes, tal y como se hacía hasta ahora.
Posteriormente, serán los portavoces de los grupos municipales quienes harán una selección de entre tres y cinco candidatos, que se someterán a una última fase de votación popular, tanto presencial como telemática, de la que saldrá el premiado.
Una vez conocido el nombre del Tambor de Oro, el Pleno del Ayuntamiento ratificará formalmente el premio.
Hasta ahora era el consejo de administración de la sociedad San Sebastián Turismo, en el que participan los grupos municipales y también representantes de entidades privadas, el que elegía al galardonado entre las propuestas planteadas.
El elegido por el Consejo se sometía a la ratificación del Pleno, que no siempre ha aprobado la propuesta, como ha ocurrido este año, cuando la corporación echó atrás la candidatura de la periodista catalana ante el aluvión de críticas vertidas por los donostiarras en las redes sociales.