Sociedad -
Tercera sesión del juicio
La acusada de decapitar a su novio en Castro estaba "tranquila y medicada" cuando se descubrió el cráneo
Un amigo recibió un mensaje, supuestamente de Baranda tras desaparecer, en el que le decía: "Estoy muy a gusto, como un cerdo en un charco".
AGENCIAS | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Castron senargaiari lepoa mozteagatik akusatutako emakumea "lasai eta botikak hartuta" zegoen
La acusada de decapitar a su pareja en Castro Urdiales, Carmen Merino, estaba "tranquila y medicada" cuando se descubrió el cráneo de la víctima, Jesús María Baranda, en septiembre de 2019, dentro de un paquete que ella habría entregado meses antes a una amiga para que se lo guardara en su casa, alegando que contenía juguetes sexuales.
Del estado en que se encontraba la procesada ha dado cuenta este miércoles, en la tercera sesión del juicio contra ella, uno de los sanitarios que acudió al domicilio donde se produjo el macabro hallazgo, y que fueron requeridos para asistir a la amiga por un ataque de ansiedad.
Este profesional ha relatado además, ante el tribunal del jurado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, que dentro de la ambulancia se produjo una situación "un poco violenta" entre ambas, cuando la mujer que precisó la atención recriminó a la enjuiciada: "¿Cómo has podido hacerme esto?", conversación ante la que él se mantuvo "al margen" y "callado".
De la primera, este testigo ha precisado que estaba "agitada", y de Merino ha dicho que presentaba un "perfil tranquilo" y que "era evidente que estaba medicada", por ejemplo con ansiolíticos u otros fármacos derivados, de ahí que decidieran llevársela también al centro de salud.
En esta jornada del plenario, que apenas ha durado una hora, frente a las sesiones de lunes y martes, que se prolongaron desde primera hora hasta las dos y media de la tarde, también ha comparecido un amigo de la pareja, que conocía a Baranda desde hacía más de 20 años.
Según ha indicado, vio a la víctima por última vez aproximadamente una semana antes de empezar a llamarle sin que le contestara. Después de estos intentos infructuosos, contactó con la sospechosa, que le explicó que a su novio se le había "caído el teléfono al water" y no "funcionaba", por lo que le facilitó un nuevo número, a través del que no pudo hablar con él, aunque tras realizar alguna llamada recibió mensajes de WhatsApp.
En esa conversación, posterior a hablar con la acusada para ver qué sabía de él, el desaparecido transmitió a su amigo: "Estoy muy a gusto. Estoy como un cerdo en un charco. No tengo cobertura. Ya te llamaré".
El juicio continuará el jueves con las testificales que quedan de practicar: una del fiscal y cuatro de la defensa.