Sociedad -
Crimen de Irun
El presunto asesino de Yasmín declara que no recuerda nada
En la sesión de este martes han declarado también Juan Pablo Urtizberea, el vecino que resultó herido tras intentar socorrer a Jasmín Rodríguez, además de una amiga y la hija de la víctima.
Redacción
En la segunda jornada del juicio por el asesinato de Yasmín Rodríguez ha testificado el acusado, aunque sus palabras no han aportado información relevante sobre el momento en el que ocurrieron los hechos. El marido y presunto asesino de Yasmín ha dicho que no recuerda nada de la noche del crimen, y que tan sólo mantiene en su memoria algunos instantes puntuales previos a la agresión. Ha declarado que bebío mucho whisky y no recuerda lo que ocurrió.
Asimismo en la jornada de este martes han declarado Juan Pablo Urtizberea, el hombre que intercedió cuando Yasmín Zamira Rodríguez era agredida por su presunto asesino, la hija de Yasmín, una amiga de la víctima y un taxista que pasaba por el lugar. Sus testimonios han permitido reconstruir ante el jurado los momentos más dramáticos del crimen, ocurrido la madrugada del 9 de mayo de 2009 en Irun.
Según ha recordado la amiga de Yasmín, aquella noche, ella y la víctima habían asistido a una cena y regresaban de madrugada a casa en el coche de la fallecida. La testigo ha recordado que momentos antes el procesado había amenazado de muerte a Yasmín en un bar de Irun, pero la víctima la había tranquilizado porque "confiaba en él". Sin embargo, durante el trayecto, el procesado embistió en dos ocasiones el coche de las mujeres con su propio turismo, según la testigo. El último golpe fue tan fuerte que dejó cruzado en la carretera el coche de Yasmín, quien se dio cuenta de que el responsable era su marido y pidió a su amiga que avisara a la Policía, mientras ella hablaba con el hombre. En ese momento, la amiga de Yasmín vio que el procesado bajaba de su coche con un cuchillo en la mano. En este punto la testigo sólo recuerda a la víctima tendida en el suelo "balbuceando, volteando los ojos e intentando hablar", a pesar la "gravísima" herida que tenía en el cuello.
Según ha relatado Juan Pablo Urtizberea, quien pasaba por el lugar en moto, pensó que se trataba de una disputa de tráfico. Intentó separar al agresor, instante en el que notó que éste le propinaba varios golpes y ambos rodaron por el suelo. Al descubrir que el acusado le había acuchillado y parte de las vísceras se le salían por el abdomen pensó que moriría.
La declaración de la hija de la fallecida, una joven que cuando tuvo lugar el crimen contaba 18 años, ha constituido el momento más emotivo de la sesión cuando, tras haber insultado al acusado, se ha venido abajo y se ha puesto a llorar al recordar cómo supo que su madre había muerto al acudir al hospital pensando que había sufrido un accidente de tráfico, así como al enumerar los múltiples empleos en los que trabajó su progenitora para conseguir su sueño de que ella llegara a ser odontóloga.