Expulsan al trabajador que colocó cámaras en el vestuario de mujeres

Los cooperativistas de la empresa Batz de Igorre han acordado hoy, en una decisión prácticamente unánime, expulsar al empleado que en enero de 2016 colocó cámaras en el vestuario de mujeres de esta compañía.

Según han informado hoy fuentes de Batz, en una asamblea extraordinaria a la que han acudido el 95 % de los empleados -544 trabajadores-, el 93 % se ha mostrado contrario a aceptar el recurso presentado por el afectado contra la sanción que decretó su expulsión.

El trabajador fue identificado por la Ertzaintza como presunto autor de la colocación de estas cámaras después de que su rostro quedara grabado por uno de estos aparatos.

Tras su identificación, la cooperativa Batz le impuso una falta "muy grave" por vulnerar el reglamento interno de la compañía y por atentar también contra el protocolo de acoso sexual que recoge el Plan de Igualdad de la propia planta.

Aunque el trabajador fue expulsado por el consejo rector, el empleado ejerció su derecho a rebatir este dictamen con la presentación de un recurso.

Su solicitud de readmisión ha sido sometida a debate hoy por los trabajadores en una asamblea extraordinaria, que ha tenido esta votación como único punto de su orden del día.

Miembros de la empresa han censurado el comportamiento "totalmente inadmisible" de este trabajador.