Sociedad -
Tragedia en Santiago
El tramo del accidente iba a ser de alta velocidad, pero se modificó
En el Congreso, el presidente de Renfe ha señalado que en el momento del accidente el maquinista llevaba 8 horas y 46 minutos de jornada laboral. El tren pasó una revisión esa misma mañana.
Redacción
El presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferre, ha explicado este jueves que el tramo de la red ferroviaria Ourense-Santiago de Compostela estaba inicialmente planificado como alta velocidad, pero que posteriormente se modificó a línea convencional.
Ferre ha indicado durante su comparecencia en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados que en el proyecto inicial el tramo Ourense-Santiago de Compostela, donde se produjo el accidente ferroviario el pasado 24 de julio, estaba planificado en ancho internacional y con sistema de seguridad ERTMS, capaz de frenar automáticamente el tren si excede la velocidad fijada en ese tramo.
Tras el accidente, Adif ha instalado carteles de limitación y balizas asociadas a ellas en las inmediaciones del lugar donde se produjo el siniestro, lo que ha permitido "liberar las vías y restablecer el servicio ferroviario".
Ferre ha subrayado que Adif quiere "contribuir a que se esclarezcan las causas últimas del accidente" con el objetivo de "que aprendamos las lecciones que se puedan tomar para evitar que un suceso de estas características vuelva a repetirse".
'Ninguna notificación de anomalía'
El presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, ha asegurado este jueves que "no consta en los registros de los centros de seguimiento ninguna notificación de anomalía" en el tren siniestrado en Santiago de Compostela y que "no hay constancia de ninguna comunicación" de la compañía con el maquinista.
Durante su comparecencia en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados, Gómez-Pomar también ha señalado que el maquinista llevaba 8 horas y 46 minutos de jornada laboral en el momento del accidente, de las que 2 horas y 42 minutos eran de conducción efectivas, y que ambos periodos están dentro del reglamento.
Gómez-Pomar también ha señalado que el tren siniestrado había pasado esa misma mañana una revisión técnica, con la que se garantizó el correcto funcionamiento de varios elementos de la máquina, entre ellos los frenos.
Por otro lado, el presidente de Renfe ha asegurado que el maquinista del tren accidentado ha superado con "resultado correcto" todas las inspecciones que la operadora suele realizar a su personal de conducción. Dos de estas inspecciones tuvieron lugar días antes del siniestro, una de ellas el 1 de julio y otra el 21 de julio. Asimismo, ha garantizado que el conductor contaba con la formación adecuada para la conducción de ese tipo de tren y por ese tipo de infraestructura.
PSOE, BNG e IU han coincidido este jueves en reclamar la constitución de una comisión parlamentaria que investigue y analice el accidente para contribuir a que un siniestro de estas características no vuelva a suceder.