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Memoria Histórica

Exhuman los restos de un gudari muerto en 1936 y localizados recientemente en Begoña

La familia de Tomás Rubin Marín desconocía el lugar en el que descansaban los restos del gudari hasta que una de las nietas averiguó que fueron inhumados en el Cementerio de Begoña.

Exhumación del gudari Tomas Rubín Marín en el cementerio de Begoña. Foto: Efe
Exhumación del gudari Tomas Rubín Marín en el cementerio de Begoña. Foto: Efe
Exhumación del gudari Tomas Rubín Marín en el cementerio de Begoña. Foto: Efe

agencias | eitb media

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Euskaraz irakurri: 1936an hildako gudari bat exhumatu dute Begoñako hilerrian

La familia del gudari Tomás Rubin Marín, fallecido en la Guerra Civil, ha asistido este sábado en Bilbao junto a representantes institucionales a la exhumación de sus restos, localizados recientemente ya que sus descendientes desconocían dónde estaban. 

Esta exhumación forma parte del proyecto Begoñako Argia, impulsado por el Instituto de la Memoria Gogora y el Ayuntamiento de Bilbao, y que cuenta con un equipo arqueológico de la Sociedad Aranzadi para recuperar los restos de la víctimas mortales de la Guerra Civil enterradas en el cementerio de Begoña.

Al acto también ha asistido la consejera vasca de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, quien ha enmarcado este acto en "la recuperación de la memoria histórica para la construcción de la convivencia en Euskadi" y ha asegurado que "las lágrimas de alegría de la familia de Rubin, sus gestos, sus palabras, sus emociones... hace que el trabajo de Aranzadi, Gogora y el Gobierno Vasco cobre todo su sentido".

Tomás Rubin Marín era vecino de Bilbao y trabajaba como albañil. Casado y padre de tres hijos, con 33 años combatió en el batallón 6ANV-1 Olabarri y resultó herido en la batalla de Villarreal de Álava. Posteriormente fue trasladado al hospital militar de Amorebieta, donde falleció el 3 de diciembre de 1936.

Tres meses después, su esposa, de 30 años, murió de un infarto y los tres hijos quedaron huérfanos. Al acto de esta mañana ha asistido el menor de ellos.

La familia desconocía el lugar en el que descansaban los restos del gudari hasta que una de las nietas averiguó que fueron inhumados en el Cementerio de Begoña, pero sin saber la zona concreta en la que se hallaban hasta hace pocos meses.

Según la información incluida en el proyecto Begoñako Argia, un total de 60 personas fueron inhumadas en el Cementerio de Begoña en el período de 1936 a 1945, entre ellos gudaris y milicianos, pero también víctimas civiles muertas en bombardeos, en concreto en el bombardeo de la fábrica-refugio de Cotorruelo, perpetrado el 18 de abril de 1937.

El Cementerio de Begoña, clausurado en 2006, estuvo en funcionamiento desde 1813 hasta 2003 y además de su valor en materia de Memoria Histórica, alberga también un conjunto de gran interés para el estudio de la arquitectura funeraria de finales del siglo XIX y del siglo XX.

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