Hugo Chávez -
Funeral
Maduro: 'El pueblo de Venezuela es el testamento de Chávez'
El vicepresidente Nicolás Maduro ha despedido este viernes, emocionado, a Hugo Chávez. Una treintena de jefes de Estado y de Gobierno han asistido al funeral de Estado.
Redacción
Venezuela ha despedido este viernes a Hugo Chávez, con un funeral de Estado al que han asistido treintena de jefes de Estado y de Gobierno.
En el exterior, miles de venezolanos continúan esperando para despedirse de Hugo Chávez, cuya capilla ardiente continuará abierta otros siete días. Posteriormente, el presidente de Venezuela será embalsamado.
Durante el funeral, un emocionado Nicolás Maduro ha sentado las bases del ''testamento de Chávez''. ''El pueblo de Venezuela es su testamento'', ha dicho Maduro, que durante su discurso se ha comprometido con su comandante a ''seguir juntos, con su testamento político y con su ejemplo''.
Maduro ha enumerado las cinco tareas históricas que, asegura, deja Chávez: ''Mantener y consolidar la independencia; construir nuestro socialismo; construir a Venezuela como un país potencia; construir un mundo de equilibrio, sin imperios; y contribuir con la salvación de la especie humana''.
''¡Misión cumplida. La batalla continúa!. ¡Chávez vive!. ¡Hasta la victoria siempre, comandante!'', ha gritado Maduro, al término de su discurso.
La espada de Simón Bolívar
El funeral de Estado del presidente de Venezuela ha estado presidido por el féretro del mandatario, envuelto con la bandera venezolana. En primera línea de los asistentes se encontraban los hijos del gobernante y su madre, Elena Chávez, quien fue recibida por una ovación de las miles de personas que aguardaban en el exterior.
La ceremonia ha comenzado con el himno nacional de Venezuela, que ha dado paso a un "Viva Chávez" pronunciado por el orador.
Posteriormente, le han entregado a Nicolás Maduro la espada de Simón Bolívar, que Maduro ha colocado sobre el féretro del gobernante, entre aplausos.
Guardias de honor, con el príncipe Felipe y Ahmadineyad
Tras ese primer acto simbólico, el conductor de la ceremonia ha comenzado a llamar a los mandatarios presentes, para que se acercasen al féretro a hacer la guardia de honor.
La primera guardia junto al ataúd la han hecho los presidentes de Cuba, Raúl Castro; Chile, Sebastián Piñera; Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; y Costa Rica, Laura Chinchilla, entre otros.
Posteriormente, han rodeado el féretro los gobernantes de Colombia, Juan Manuel Santos; República Dominicana, Danilo Medina; y El Salvador, Mauricio Funes, entre otros líderes.
En la tercera guardia de honor ha participado el príncipe Felipe, junto a Portia Miller Simpson, primera ministra de Jamaica, y los mandatarios Enrique Peña Nieto, de México; Ricardo Martinelli, de Panamá; Ollanta Humala, de Perú; y José Mujica, de Uruguay.
La cuarta ha sido una guardia especial, ya que solo han escoltado el féretro de Chávez los presidentes de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, y de Irán, Mahmud Ahmadineyad, a los que los presentes han aplaudido calurosamente. Ahmadineyad se ha despedido de Chávez tocando el féretro y levantando el puño.
Maduro ha saludado a los representantes del Gobierno de Estados Unidos durante el funeral, y les ha dado la bienvenida mientras destacaba que Caracas quiere relaciones de respeto.
"Están el excongresista William Delahunt y el congresista Gregory Meeks, a los cuales saludamos, que han sido enviados por el presidente Obama. Bienvenidos", ha dicho Maduro durante el discurso que ha ofrecido en el funeral.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha sido una de las grandes ausentes, ya que regresó ayer de Caracas, tras acudir a la capilla ardiente.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, murió este martes, víctima de un cáncer que le fue diagnosticado hace 20 meses. "A las 16:25, de hoy 5 de marzo, ha fallecido el comandante Hugo Chávez", anunció Nicolás Maduro.
El miércoles, miles de personas acompañaron al féretro de Hugo Chávez por las calles de Caracas, desde el Hospital hasta la Academia Militar, donde instalaron la capilla ardiente del jefe del Estado.