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Mar Rojo
El ataque de EE.UU. y Reino Unido en Yemen abre otro frente y expande el conflicto en Oriente Próximo
El ataque internacional liderado por Estados Unidos y Reino Unido ha vuelto a poner de manifiesto las tensiones existentes entre la comunidad occidental y el mundo musulmán que, como mínimo, ha observado con enorme preocupación cuando no rechazo esta operación.
Agencias | EITB Media
Euskaraz irakurri: AEBk eta Erresuma Batuak Yemenen egindako erasoak beste fronte bat ireki du Ekialde Hurbilean
Estados Unidos (EE. UU.) y el Reino Unido han bombardeado esta madrugada varias posiciones militares de los rebeldes hutíes en al menos seis provincias de Yemen en respuesta a los ataques de los rebeldes contra buques comerciales en el mar Rojo, una acción que ha provocado que el movimiento chií respaldado por Irán declare la guerra a estos países.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha confirmado en un comunicado que, bajo su dirección, las fuerzas de EE.UU. junto con el Reino Unido y el apoyo de Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos, han llevado a cabo ataques contra varios objetivos en el Yemen utilizados por los hutíes. "La respuesta de la comunidad internacional a estos ataques imprudentes ha sido unida y decidida", ha asegurado el mandatario estadounidense.
Decenas de miles de fervientes partidarios de los rebeldes hutíes del Yemen se han manifestado hoy en la capital, Saná, en respuesta a los bombardeos de Estados Unidos y del Reino Unido. La multitudinaria protesta, que también ha sido replicada en otras ciudades del Yemen, ha mandado un mensaje desafiante a los estadounidenses y británicos.
No en vano, el ataque internacional liderado por Estados Unidos y Reino Unido ha vuelto a poner de manifiesto las tensiones existentes entre la comunidad occidental y el mundo musulmán que, como mínimo, ha observado con enorme preocupación cuando no rechazo esta operación que se ha desarrollado con la masacre en Gaza como telón de fondo.
La campaña de la insurgencia hutí contra el tránsito comercial por el Mar Rojo comenzó como un acto de solidaridad con la causa palestina, pero coincidió además con un momento enormemente importante para la situación interna en el país: el anuncio de la reanudación, a finales del año pasado, del proceso de paz en Yemen con los primeros pasos para la confección de una nueva hoja de ruta para poner fin a casi una década de guerra civil que ha devastado el país.
Durante el último año y medio, Yemen ha vivido en medio de una disminución de la violencia después de una tregua que finalizó formalmente en octubre de 2022, si bien sus términos se han mantenido en gran medida hasta ahora, incluso sin un acuerdo formal entre la insurgencia hutí y el Ejército yemení, las partes en conflicto.
Se trataba, cabe matizar, de una tregua acompañada de un histórico intercambio de prisioneros y alentada por el acercamiento entre Irán y Arabia Saudí, aliados respectivos de hutíes y Gobierno yemení que, no obstante, en modo alguno podía ser considerada como un paso previo a una posible negociación de paz en firme como la anunciada el 23 de diciembre.
Escalada del conflicto de Oriente Próximo
Los bombardeos suponen, de facto, la expansión de la conflicto en Oriente Próximo más allá de Gaza. Precisamente, en respuesta a los ataques israelís contra los enclaves palestinos, la milicia chií comenzó a finales de año a bloquear y a atacar a los buques mercantes que se dirigen al Canal de Suez, pasando por el estrecho de Al Badeh y el Mar Rojo. Según defiende, su intención no es hundir barcos sino ejercer presión económica sobre Israel para que detenga la guerra.
Según EE. UU., más de 50 naciones se han visto afectadas por estos ataques desde el 19 de noviembre, mientras que más de 2000 barcos se han visto obligados a desviarse para evitar el mar Rojo, lo que eleva los costes del transporte y puede causar semanas de retrasos en los tiempos de envío de productos.
"No dudaré en ordenar medidas adicionales para proteger a nuestra gente y el libre flujo del comercio internacional según sea necesario", ha sentenciado el mandatario estadounidense.
Declaración de guerra de los hutíes
Poco después de que se produjera la primera ronda de bombardeos, uno de los portavoces de la milicia, Ali al Quhom, ha advertido a través de su cuenta de X que estas acciones han desencadenado una "guerra abierta" entre el movimiento respaldado por Irán y la coalición naval liderada por Estados Unidos.
"La batalla será más grande, y más allá de la imaginación y las expectativas de los estadounidenses y los británicos. Es una guerra abierta", ha dicho, para añadir que EE.UU. y el Reino Unido "se arrepentirán de su agresión".
Asimismo, Al Quhom ha confirmado que los hutíes "ahora están respondiendo enérgicamente a los acorazados estadounidenses y británicos en el mar Rojo". "Se atacarán sitios y bases militares estadounidenses y británicos, y el siguiente (paso) es mayor", ha amenazado.
Fuentes de los hutíes han confirmado que han lanzado una andanada de misiles crucero y balísticos contra buques de guerra de Estados Unidos y del Reino Unido.
El portavoz de operaciones militares de los hutíes, Yahya Sari, ha informado de que cinco miembros del grupo han muerto y otros siete han resultado heridos. "Esta agresión criminal no quedará sin respuesta y castigo", ha advertido.