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Chile
Una indígena mapuche liderará la redacción de la nueva Constitución de Chile
Elisa Lancón, académica y activista de la etnia mayoritaria del país, ha logrado la mayoría absoluta en la votación. La nueva ley será la primera en el mundo dirigida por un órgano paritario.
AGENCIAS | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Emakume maputxe batek gidatuko du Konstituzio berria idazteko batzordea
Los 155 representantes que redactarán la nueva Constitución de Chile eligieron este domingo a Elisa Loncón, política mapuche, para presidir el órgano que redactará la nueva ley fundamental del país. Esta sustituirá a la actual, heredera de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Lancón, de 58 años, académica, lingüista y activista indígena mapuche, fue elegida por mayoría absoluta en la segunda vuelta, en la sesión inaugural de la convención. El acto se detuvo durante casi una hora por la protesta de un grupo de constituyentes que se negó a tomar asiento al comienzo de la sesión.
Tras su elección, la política mapuche celebró su nombramiento en idioma mapundugún: "Quiero agradecerle a todo el pueblo de Chile por votar por una persona mapuche y mujer para cambiar la historia de este país". Después realizó las mismas declaraciones en español.
De esa manera, Chile ha dado el pistoletazo de salida para redactar una nueva Constitución, la primera en el mundo dirigida por un órgano paritario, y la primera del país en la que se incluirá a los pueblos indígenas, un grupo que configura el 12,8 % de la población, pero que nunca había sido reconocido en la ley fundamental.
Este proceso constituyente nació en 2019 tras un acuerdo entre los partidos políticos para tratar de amainar la mayor crisis social de las últimas décadas de democracia en el país. Las protestas estallaron en octubre de ese mismo año con masivas marchas para exigir un nuevo modelo socioeconómico, más justo, y que dejó al menos una treintena de fallecidos y miles de heridos.
De esta manera, el órgano tendrá hasta un año para redactar la Constitución, la primera que surgirá tras un proceso completamente democrático en la historia de Chile. Posteriormente, esta tendrá que ser refrendada en otro plebiscito en 2022 para así poder sustituir a la Carta Magna actual, criticada por muchos sectores por su corte neoliberal y por haber privatizado servicios básicos como el agua, la educación o las pensiones.