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JUCIO GEORGE FLOYD
Varios testigos de la muerte de George Floyd afirman que Chauvin lo asesinó
Los seis testimonios escuchados en la segunda sesión del juicio, han coincidido en el miedo que sintieron y el "horror" de los hechos.
O. P. | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: George Floyden heriotzaren zenbait lekukok esan dute Chauvinek hil zuela hura
En la segunda jornada del juicio contra Derek Chauvin, el agente imputado por el asesinato del afroamericano George Floyd en Mineápolis, se han podido escuchar las declaraciones de varias personas que presenciaron los hechos. Todas ellas han coincidido en el miedo que sintieron y el "horror" de los hechos.
El primero en declarar ha sido Donald Williams, considerado "testigo crucial" al haber sido profesional en artes marciales mixtas y agente de seguridad, y conocer técnicas de inmovilización y estrangulamiento, de lo que ha sido preguntado. Williams ha asegurado que presenció “un asesinato", y que llamó al 911 al sentirse “perturbado” por la escena de Chauvin sobre Floyd. En la llamada, que ha sido reproducida en el juicio, se escucha a William avisando de que un policía “estaba intentando matar a un ciudadano”. Ha afirmado, además, que el agente ajustó su posición varias veces para mantener la presión sobre el cuello de Floyd.
Otra testigo, la bombera de Mineápolis Genevieve Hansen, ha declarado que estaba “desesperada por ayudar”, pero que no pudo hacerlo al negarle el paso uno de los expolicías.
En la segunda sesión también ha expuesto su testimonio Darnella Frazier, entonces menor de edad, autora del vídeo de los hechos que ha dado la vuelta al mundo. "Han sido noches en las que me quedé despierta disculpándome y disculpándome con George Floyd por no hacer más y no interactuar físicamente y no salvarle la vida", ha subrayado. Visiblemente afectada, ha declarado que vio al fallecido "aterrorizado, asustado, suplicando por su vida", y ha añadido que ella misma se sintió "en peligro" por las reacciones de Chauvin ante los gritos de los transeúntes que le pedían parar.
El pequeño de nueve años, Judeah Reynolds, primo de la anterior testigo, con la que presenció la detención, ha declarado que se sintió "triste y un poco enfadado" porque "sentía como si (Floyd) estuviera dejando de respirar". "Era como lastimarlo", ha añadido.
Además de estas, otras dos personas han declarado en la segunda sesión del juicio como testigos de los hechos.
Los abogados del expolicía, por su parte han intentado convencer al jurado de que los cuatro agentes que participaron en la detención se sintieron "amenazados" cuando las personas transeúntes les "increparon", en el momento en que el acusado en este juicio tenía su rodilla sobre el cuello de Floyd.