Internacional -
Incidentes en Irán
La Policía desaloja la Embajada británica tras el asalto estudiantil
Los estudiantes islámicos protestaban por las nuevas sanciones impuestas por Londres a Irán. La legación ha sufrido hasta tres asaltos.
Redacción
La Policía ha desalojado el recinto y las inmediaciones de la embajada británica en Teherán, después de que la legación sufriese hoy tres asaltos de estudiantes islámicos que protestaban por las nuevas sanciones impuestas por Londres a Irán.
Según varios medios iraníes, la situación en la zona de la embajada británica, ubicada al norte de Teherán, se ha normalizado cuando los agentes cargaron sobre los estudiantes.
Previamente, según Fars, el subcomandante de la Policía de Irán, general Ahmad Reza Radán, se desplazó a la embajada y dio un ultimátum a los estudiantes en el que les instaba a abandonar el recinto y disolver la concentración.
Los hechos han comenzado cuando un grupo de estudiantes islámicos ha asaltado hasta tres veces la embajada británica en Teherán y ha saqueado y destruido algunos documentos en sus locales, según ha informado la agencia estudiantil local ISNA. Además, los estudiantes han tenido retenidos a seis miembros del personal de la embajada británica no identificados, que fueron liberados por la policía y entregados a un representante del Reino Unido.
La agencia ha señalado que, pese a la actuación de la Policía, que rodeaba la legación del Reino Unido, situada en una amplia finca del norte de Teherán, los estudiantes han logrado encaramarse al muro de la embajada con banderas y pancartas y un grupo numeroso ha entrado en las instalaciones.
Los concentrados, estudiantes ultraconservadores del régimen islámico, han hecho público a última hora de la tarde un comunicado en el que reiteraban la petición de que se expulse de inmediato al embajador británico y se rompan totalmente las relaciones con el Reino Unido, país al que denominan "el zorro viejo".
También afirmaban que no tenían intención de retirarse del lugar y propugnaban la ocupación permanente de la embajada británica, como sucedió con la Estados Unidos el 4 de noviembre de 1979, que duró 444 días y llevó a la ruptura de relaciones de Washington con Teherán.
Este incidente se produce dos días después de que el Parlamento iraní ratificase por amplia mayoría una ley para rebajar el nivel de las relaciones con el Reino Unido al rango de encargado de negocios, lo que supone la retirada de embajadores.
Por su parte, el Reino Unido ha condenado la "inaceptable" entrada de manifestantes a su embajada en Teherán y ha pedido al Ejecutivo iraní que defienda a sus diplomáticos destacados en ese país.
Además, el Ministerio británico de Exteriores ha aconsejado atodos los británicos residentes en Irán que "permanezcan en sus casas, actúen de manera discreta y esperen a próximas recomendaciones".
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán ha lamentado "el comportamiento inaceptable de algunos manifestantes".