Hosni Mubarak niega su implicación en el ataque a los manifestantes

El expresidente egipcio Hosni Mubarak y sus hijos, Alaa y Gamal, han negado hoy las acusaciones que recaen contra ellos de abuso de poder e implicación en la muerte demanifestantes durante la Revolución del 25 de Enero.

El derrocado presidente ha abandonado el hospital de Sharm el-Sheikh donde permanece ingresado por su inestable estado de salud para responder a las acusaciones de asesinato premeditado e intento de homicidio contra los manifestantes de la Plaza Tahrir.

850 personas fallecieron en la revuelta que puso fin a su mandato, tras casi 30 años de poder. Mubarak renunció el pasado 11 de febrero tras 18 días de protestas.

El expresidente ha entrado en una camilla en la sala del tribunal encargado de juzgarle, ubicada en la Academia de la Policía, en la capital cairota, en un juicio retransmitido por la televisión egipcia.

Los acusados, que podrían enfrentarse a la pena capital si son considerados culpables de planear el ataque contra los participantes en las protestas, asisten al juicio dentro de unas celdas-jaulas.

Mubarak, pálido pero con aspecto estable, ha comparecido tumbado en la camilla y vestido de blanco, se ha mostrado tranquilo y ha conversado con sus hijos.

Previamente el ex líder de 83 años había sido trasladado en un avión militar desde el balneario Sharm el-Sheikh en el Mar Rojo donde ha vivido desde que fue derrocado hace seis meses.

El enorme despliegue policial no ha evitado previamente el enfrentamiento a pedradas entre partidarios y detractores del exmandatario en las inmediaciones del juzgado.

Además de Mubarak y sus hijos, también se juzga al empresario Husein Salem, detenido en España, al ex ministro del Interior Habib al Adli y a seis de sus asesores.