Francia crea un centro de crisis ante la falta de carburante

El Gobierno francés ha puesto en marcha hoy un centro de crisis para afrontar los problemas de abastecimiento de combustible registrados en centenares de gasolineras de todo el país como consecuencia del recrudecimiento de la protesta en las refinerías contra la reforma de las pensiones.

Una protesta de los sindicatos franceses que ha vuelto a paralizar el país dos días antes de que el Senado apruebe elevar la edad de jubilación de los 60 a los 62 años y en la víspera de una huelga general.

Las centrales queman sus últimos cartuchos y la huelga de hoy de trenes y camioneros han logrado que más de 1.000 gasolineras se hayan quedado sin combustible por el bloqueo de las refinerías.

En Irun (Gipuzkoa) se nota la llegada de ciudadanos del otro lado de la muga que buscan llenar el depósito por miedo al desabastecimiento.

En cualquier caso, el Ejecutivo ha solventado un punto crítico al restablecer el suministro de combustible del mayor aeropuerto del país, el Charles de Gaulle, al que solo le quedaba queroseno para unos dos días, lo que ponía en jaque buena parte del tráfico aéreo francés.

Las refinerías del país siguen bloqueadas, aunque el primer ministro, François Fillon, garantizó ayer que no habrá escasez de combustible y aseguró que se aprobará la reforma.

Las entradas a las grandes ciudades también están colapsadas.

Además, un 30% de los vuelos previstos para mañana han sido anulados, porcentaje que será del 50% en el aeropuerto parisino de Orly.

Los problemas en el transporte aéreo se sumarán a los que viven los trenes, con la anulación de la mitad de los previstos hoy, y a los de circulación por carretera, provocados por los camioneros que bloquean rutas y dificultan el tráfico en otras.

Los camioneros se centran en puntos estratégicos, como los depósitos de carburantes.

Varios centenares de institutos están cerrados en protesta contra la reforma. Según ha publicado Le Figaro, cerca de 200 jóvenes han sido detenidos durante la jornada de hoy.

Considerada la medida estrella del mandato de Nicolas Sarkozy, la reforma de las pensiones deberá ser votada en el Senado el próximo miércoles, un día después de la nueva jornada de huelga general prevista para mañana.

El primer ministro, François Fillon, excluyó ayer rectificar la reforma y aseguró que intervendrá si es necesario para que el país no se paralice.

Sarkozy

Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha asegurado que aplicará su reforma de las pensiones, pese a la oposición que genera, y ha justificado la intervención del Gobierno para garantizar el abastecimiento de carburante y evitar enfrentamientos.

"Esta reforma es esencial. Francia se ha comprometido" a llevarla a cabo, ha subrayado Sarkozy en declaraciones a la prensa al término de un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, en Deauville (noroeste francés), antes de que se les sumara el presidente ruso, Dmitri Medvédev, para una cena de trabajo.