Merkel dice que lo sucedido en Colonia es 'completamente intolerable'

La canciller alemana, Angela Merkel, ha asegurado que la ola de agresiones machistas y robos a mujeres registrada en Año Nuevo en la ciudad de Colonia es "completamente inaceptable", al tiempo que ha hecho un llamamiento para que se esclarezca todo lo sucedido y se persiga a los culpables.

Se han presentado 121 denuncias, la mayor parte de ellas por agresión sexual, por lo ocurrido durante las celebraciones de Año Nuevo cerca de la catedral de la ciudad, unas agresiones que fueron cometidas por hombres en su mayoría borrachos y de origen "árabe o norteafricano", según los testigos. "Lo que sucedió en Año Nuevo es completamente inaceptable", ha afirmado Merkel, en una rueda de prensa en Berlín tras reunirse con el primer ministro rumano, Dacian Ciolos.

Merkel ha insistido en que hay que responder con decisión y dureza ante lo ocurrido, lo que incluye, en caso necesario, modificar la legislación y exhibir mayor presencia policial. "Debemos también seguir hablando sobre nuestra coexistencia cultural en Alemania y lo que el pueblo espera con razón es que las palabras vengan acompañadas de acciones", ha señalado.

La canciller ha dicho que es necesario revisar las políticas sobre deportaciones para "enviar una señal clara a las personas de que no nos encasillamos en nuestro marco legal".

Críticas a la Policía

Por otra parte, continúan las críticas a la actuación de las fuerzas de seguridad en Colonia, después de que varios medios publicaran un informe interno de la policía, con fecha del 4 de enero, que contradice la versión de las autoridades.

Hasta el momento las autoridades han señalado que no fueron conscientes de la dimensión de lo sucedido hasta que se sucedieron las denuncias en los primeros días del año.

El autor del documento, uno de los responsables del operativo, califica la situación de "caótica y vergonzosa" y señala que los agentes temieron que se registraran heridos e incluso muertos.

"Mujeres, con o sin compañía, tuvieron que atravesar verdaderos pasillos formados por los agresores -una multitud de hombres muy alcoholizados-, algo imposible de explicar", escribe.