Internacional -
Masacre en Kenia
Kenia asegura que no se dejará 'intimidar por unos terroristas'
El ministro del Interior, Joseph Nkaissery, ha negado que el Ejecutivo keniano hubiera ignorado las recientes alertas emitidas por el Reino Unido y Australia ante posibles amenazas terroristas.
AGENCIAS
El ataque de Al Shabab a la Universidad de Garissa, que ayer dejó al menos 147 muertos y 79 heridos, ha conmocionado e indignado a la sociedad keniana, que todavía está de luto tras una de las peores masacres que ha vivido el país en los últimos años.
El ministro del Interior, Joseph Nkaissery, ha comparecido ante los medios de comunicación; ha dicho que el ataque les ha cogido "por sorpresa" y ha negado que el Ejecutivo hubiera ignorado las recientes alertas emitidas por el Reino Unido y Australia. Nkaissery ha asegurado que no se dejarán "intimidar por unos terroristas que recurren al asesinato de estudiantes inocentes".
Por su parte, el exvicepresidente y líder de la oposición, Raila Odinga, ha apoyado al Gobierno keniano ante un ataque que "no tiene ninguna justificación posible". "El Gobierno debería ver que el enemigo está cambiando sus tácticas y atacan instituciones (en relación a las universidades) que están desprotegidas. Nosotros también debemos cambiar nuestra táctica", ha advertido Odinga en un comunicado.
En la misma línea se ha expresado la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KHRC, en inglés), que se ha mostrado "muy preocupada por la vulnerabilidad de Kenia a pesar de los continuos mensajes de tranquilidad lanzados por el presidente".
Los más críticos con la gestión del Gobierno de Kenia, entre los que se encuentra la propia KHRC, han recriminado al presidente su política de aislamiento respecto a Occidente y la falta de cooperación de las agencias de seguridad kenianas con sus contrapartes europeas y estadounidenses.
Durante todo el día de hoy varios aviones que han trasladado los cadáveres de los fallecidos han aterrizado en Nairobi para luego ser trasladados a la morgue, donde los familiares esperaban para identificar los cuerpos.