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Elecciones venezolanas
Elecciones municipales con marcado carácter presidencial en Venezuela
Maduro aspira a legitimar mañana su estancia en Miraflores y Capriles a validar la estrategia opositora.
Redacción
19 millones de venezolanos afrontarán mañana unas elecciones municipales con un marcado carácter presidencial, debido a los ajustados resultados de los comicios del pasado 14 de abril, por lo que servirán para que Nicolás Maduro legitime su estancia en el Palacio de Miraflores o para que Henrique Capriles valide la estrategia opositora.
Los votantes elegirán mañana a un total de 335 alcaldes municipales, un alcalde metropolitano, un alcalde de distrito y unos 2.500 concejales en todo el país.
Aunque normalmente se trata de una cita electoral menor, esta vez será de suma importancia, tanto para el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) como para la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), para evidenciar su poderío ante una sociedad cada vez más dividida ideológicamente.
En este contexto, estas elecciones municipales servirán para desempatar ante una sociedad profundamente dividida que aguarda a que el país tome un nuevo rumbo, ya sea de la mano del oficialismo o de la oposición, tras 14 años de chavismo.
Capriles es consciente de que su gran baza es que los suyos acudan masivamente a las urnas para contrarrestar a un oficialismo fiel a sus citas electorales. Se trata de una apuesta arriesgada, dado que tradicionalmente las municipales se caracterizan por una elevada abstención que, según las últimas encuestas, este domingo rozará el 40 por ciento.
"Para los seguidores de este servidor es obligatorio salir a votar este domingo. Salir a votar es un derecho, pero en este momento histórico que vive nuestro país, es sobre todo obligatorio. Tenemos que ser disciplinados y expresar nuestro deseo de cambio con contundencia", ha dicho el líder opositor.
Capriles ha dejado claro que "ningún venezolano puede estar indeciso este domingo. No ir a votar equivale a regalar el voto al Gobierno".
"Guerra económica"
Maduro, en cambio, ha basado su estrategia electoral en lanzar una ofensiva gubernamental contra la supuesta "guerra económica" que "la derecha venezolana" habría orquestado junto a países extranjeros, como Colombia y Estados Unidos, para generar caos y desestabilizar al Gobierno.
Así, ha acusado a la oposición de la crisis de desabastecimiento de productos básicos, que ha obligado al Gobierno a comprar a sus aliados regionales miles de rollos de papel higiénico, boicoteando la importación; de la elevada inflación, que ronda ya el 55 por ciento anual, especulando; e incluso de los cortes de energía, cada vez más frecuentes incluso en la Gran Caracas, con un "sabotaje eléctrico".