Internacional -
Análisis
En qué consiste la Tasa Tobin
Se trata de una tasa para frenar la especulación que Zapatero y Sarkozy han propuesto en sus discursos ante la Asamblea General de la ONU.
Jesús Torquemada
James Tobin fue un economista estadounidense, fallecido hace ocho años, que recibió el Premio Nobel de Economía en 1981. Una década antes, en 1971, el presidente Nixon eliminó la convertibilidad del dólar en oro y hubo que poner en marcha un nuevo sistema para establecer el tipo de cambio entre las divisas.
Tobin, un economista de la escuela keynesiana, propuso que una de las formas de regular la estabilidad monetaria podía ser la imposición de una tasa a las operaciones de cambio de moneda.
La tasa debía ser baja, no más de un 0,1%, para frenar la especulación, pero no la inversión. Luego, Tobin perdió entusiasmo por su idea, pero los grupos antiglobalización, especialmente los situados en torno a Ignacio Ramonet y Le Monde Diplomatique, la han recuperado y la han modificado, proponiendo que la tasa se aplique a todas las transacciones financieras internacionales, no sólo a las de divisas.
Alegan que la cantidad recaudada sería tan grande que podría ayudar a cumplir los objetivos establecidos por la Cumbre del Milenio en el año 2000; objetivos que, al acercarse la fecha tope de 2015, ya se ve que no se van a alcanzar.
Y, desde entonces, se sigue debatiendo acerca de esta tasa. Ahora, Zapatero y Sarkozy han vuelto a sacarla a la palestra en sus discursos ante la Asamblea General de la ONU. El problema es que el G-20 ya dijo que no, y la Unión Europea tampoco ha aceptado poner en marcha una tasa similar, así que el asunto se seguirá debatiendo, pero con pocas probabilidades de materializarse algún día.
Frente a las ventajas que le ven sus partidarios, sus contrarios arguyen que podría frenar el libre comercio y que sería muy difícil recaudar y gestionar la tasa a nivel mundial.