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Internacional

Reportaje de eitb.com

Barack Obama cumple su primer año en la Casa Blanca

Amaia Akordagoitia

En estos doce meses, Obama ha tenido que lidiar con sus propias promesas y se enfrenta a un segundo año en el que deberá demostrar si pasará a la historia también como un presidente de éxito.

El 20 de enero de 2009 Estados Unidos fue escenario de un hecho histórico. Barack Obama, primer presidente negro de la historia del país, tomaba posesión de su cargo y se presentaba al mundo como un hombre que iba a transformar la sociedad estadounidense y el papel de su país en el exterior. El líder marcó unos objetivos que para muchos de sus seguidores ha sido incapaz de cumplir.

La sociedad estadounidense se encuentra ahora dividida. Así lo demuestran las últimas encuestas como la del canal CNN. El 48% opina que la gestión del presidente en su primer año en la Casa Blanca ha sido un fracaso y el 47% cree que ha sido un éxito.

Cuando llegó al despacho oval, Barack Obama tenía dos grandes promesas pendientes, la retirada de las tropas de Irak y la extensión universal de la cobertura sanitaria. Además, debía cumplir con un compromiso inexcusable: sacar al país de la recesión económica más grave de los últimos 80 años. El cierre de Guantánamo fue otro de los pilares sobre los que se estructuró su campaña. Después del primer año, Obama debería haber empezado a conseguir resultados. Sin embargo, algunos están todavía en la lista de asuntos pendientes.

Irak y Afganistán

En el primer aniversario de su mandato, aunque ya hay una fecha para las salida de las tropas de Irak, el 31 de agosto de este mismo año, la presencia en Afganistán para hacer frente a la insurgencia talibán aumentará en 30.000 soldados.

Además, Obama lanzó al mundo una llamada de consenso y entendimiento que le mereció el Nobel de la Paz. Es cierto que el actual presidente ha sabido transmitir una buena imagen de EE. UU., pero su actitud no le ha servido ni para avanzar en la búsqueda de la paz en Oriente Medio ni para convencer a Irán para que abandone sus ansias nucleares.

El intento de atentado de Umar Farouk Abdulmutallab ha suscitado críticas en las que se afirma que el mandatario ha descuidado la seguridad nacional. Así, el terrorismo se puede convertir ahora en una de sus prioridades.

Economía y crisis

Cuando Barack Obama llegó al poder tuvo que hacerse cargo de un país sumido en una depresión económica, la más fuerte de los últimos 80 años, difícil de superar en pocos meses.

Doce meses después, ha conseguido, aunque sea en pequeña medida, reflotar la economía.

Sin embargo, el mundo laboral sigue siendo el gran problema del país. La tasa de paro en EE. UU. ronda el 10%, la cifra más elevada en el país desde hace 25 años.

Incrementar los impuestos y reducir los gastos en materia de defensa podría ser la manera de cumplir uno de los objetivos económicos principales: reducir el déficit fiscal a la mitad para 2013.

Asimismo, Obama ha propuesto un gravamen que ha sido llamado Comisión por Responsabilidad en la Crisis Financiera y que se prolongará durante los próximos diez años para que las mayores firmas bancarias y financieras devuelvan unos 117.000 millones de dólares del socorro dado "por el pueblo", con dinero de los contribuyentes. Según el propio presidente, el 60% provendrá de las diez mayores firmas financieras de Estados Unidos.

Reforma sanitaria

La reforma sanitaria se ha convertido en la principal prioridad legislativa de la política interna del Gobierno de Obama. Esta iniciativa supone un avance significativo ya que siete presidentes antes que el actual intentaron llevar a cabo esa reforma, pero fracasaron.

De ser aprobada, la legislación será la más importante desde la Ley de Seguridad Social de 1930.

Guantánamo

La base de votantes que Barack Obama movilizó en su campaña, la mayor parte jóvenes progresistas e independientes, se siente decepcionada porque ve que el presidente ha fallado en algunas de sus promesas de cambio.

Uno de esos compromisos rotos ha sido el cierre de Guantánamo, la base militar de EE. UU. que el pasado 11 de enero cumplió ocho años. El mandatario dijo que clausuraría el centro penitenciario en el plazo de un año, pero, no ha sido así.

Hasta hoy, el líder estadounidense ha liberado o transferido a 44 presos, pero el centro permanecerá abierto durante al menos otro año más. Además, el Gobierno anunció en diciembre que adquirirá el Centro Correccional Thomson, ahora de propiedad estatal, para albergar a no más de cien reclusos.

En sus primeros doce meses, Barack Obama ha transmitido la imagen de un presidente que no ha asumido posiciones radicales. Los expertos opinan que el presidente ha sembrado durante este año la cosecha que recolectará durante el resto de su candidatura. Si todo fuera bien, esos frutos deberían ser el proyecto de ley de reforma migratoria o un plan de acción contra el cambio climático, además de las cuestiones que le queden pendientes del año anterior.

El propio Obama ha declarado que entiende "la frustración" de la opinión pública frente a problemas como el desempleo o las dos guerras abiertas en Irak y Afganistán y ha expresado que su país superará "el duro invierno" que atraviesa. Para comprobarlo, habrá que volver a echar la vista atrás el 20 de enero de 2011.