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La jornada más provechosa

Transantartika 2011: Récord de velocidad y de distancia recorrida

Redacción

Iñurrategi, Vallejo y Zabalza volaron a casi 50 kilómetros por hora y recorrieron en un solo día 180 kilómetros.

  • Transantartika 2011. Foto: BAT Basque Team

    Transantartika 2011. Foto: BAT Basque Team

La expedición NATURGAS/BBK TRANSANTARTIKA 2011 vivió el miércoles la jornada más provechosa desde el inicio de esta aventura el pasado 16 de noviembre. Iñurrategi, Vallejo y Zabalza volaron a casi 50 kilómetros por hora y recorrieron en un solo día 180 kilómetros, pulverizando el récord anterior de 155 kilómetros conseguido el 21 de diciembre. Los expedicionarios se muestran exultantes por la mejoría de las condiciones de viento, terreno y temperatura. Y también por la compañía de las montañas Thiel, que han roto la monotonía del desierto blanco.

Antártida, 85º.31S,85º.29W. 4 de enero de 2012. Jornada 50 de expedición. 2.759 kms recorridos. El parte diario de Juan Vallejo a la base de BAT Basque Team se abría ayer con un significativo "¡¡Cada vez más cerca!!", y continuaba dando muestras de la satisfacción de los tres montañeros tras casi 50 días de penurias: "Hemos llegado más o menos a la mitad del recorrido desde el Polo Sur a Bahía Hércules, estamos perdiendo altitud y hoy hemos hecho algunas bajadas escalofriantes, he llegado a medir 49 Km./h., para matarte y que el trineo te deje como un sello; pero lo importante es que hemos hecho mucha distancia, que hace más calorcito y que estamos con mucha moral para los próximos días".

No es extraño que entre los integrantes de la expedición NATURGAS/BBK TRANSANTARTIKA 2011 reine cierta euforia, puesto que en sólo cuatro jornadas han recorrido la mitad de la distancia que separa el Polo Sur de Bahía Hércules, donde concluirán la travesía. Además deacercarse a la meta, han perdido ya cerca de 1.000 metros de altitud -se encuentran actualmente por debajo de los 1.500-, lo que ha hecho que la temperatura sea mucho más soportable. Y aunque los sastrugi siguen a la vista, han dejado de ser una barrera para convertirse en un obstáculo, por el momento fácilmente evitable.

Además de las ventajas objetivas está el componente psicológico, y para tres montañeros como Iñurrategi, Vallejo y Zabalza la visión de la cordillera de Thiel tuvo ayer un efecto balsámico. Tras casi 50 días de un monótono desierto de hielo hasta donde alcanzaba la vista, los expedicionarios pudieron disfrutar ayer de la visión de esta pequeña cadena montañosa, que alcanza los 2.800 metros de altitud en alguno de sus picos.

Su nombre proviene de otro pionero que dejó su vida en el continente helado, Edward C. Thiel, un sismólogo norteamericano que realizó estudios geofísicos a lo largo del meridiano 88 Oeste, y que perdió la vida en un accidente aéreo en noviembre de 1961, tras despegar de la base de Wilkes, hoy en día abandonada. Estos montes forman parte de la cordillera Transantártica, que divide el Este y el Oeste del continente blanco. En sus cercanías se halla una estación de suministro de combustible para los aviones que comunican la estación Amundsen-Scott del Polo Sur y Patriot Hills, la única base antártica privada.