Fútbol
JORNADA 29
Eibar y Athletic empatan a dos en un nivelado derbi
AGENCIAS | REDACCIÓN
Los leones se alejan de la zona europea, mientras que los armeros suman un punto insuficiente en su pelea por la salvación.
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Mikel Vesga y Pedro León. Foto: EFE
Euskaraz irakurri: Berdinketa Eibar eta Athleticen arteko derbian
El Athletic Club empató a última hora frente a la Sociedad Deportiva Eibar (2-2) con un gol de Asier Villalibre a nueve minutos del final, pero se aleja de la zona europea, mientras que los armeros suman un punto insuficiente en su pelea por la salvación.
El cuadro de Gaizka Garitano, que volvía a la que fue su casa, dominó desde el principio y pronto encontró el camino del gol en una mano de Escalante que se convirtió en penalti. Raúl García no falló desde los once metros y estableció el 0-1. Fue el décimo tanto del centrocampista navarro en lo que va de campeonato. Un gol que hizo despertar a los locales.
El cuadro de José Luis Mendilibar tiró de orgullo y talento con Pedro León a los mandos y no tardó más de un cuarto de hora en empatar el envite. En esta ocasión, un centro-chut de Orellana terminó en la cabeza de Kike García, que marcó rematando con la nariz. Buena muestra de ello fue que se quedó sangrando en la celebración. Un gol merecido a la reacción de los armeros.
Antes, Escalante ya había avisado a Unai Simón con un lanzamiento de falta muy preciso y Enrich hizo lo propio con un remate parabólico que se fue por encima del larguero. Nada más comenzar la segunda mitad, otro testarazo de Enrich y expulsión de Mendilibar. El Eibar no se vio afectado y continuó gozando de las mejores oportunidades.
Sólo Williams rompió el monólogo de los blaugranas con un lanzamiento cruzado que estuvo a punto de sorprender a Dmitrovic. El Eibar merecía el segundo y lo encontró con un penalti en botas de Orellana. El chileno fue muy fiable desde los once metros y dejó la victoria vista para sentencia. Sin embargo, el Athletic no había dicho su última palabra.
Una jugada por la banda derecha, obra de Dani García, acabó en los pies de Villalibre, que no perdonó a pocos metros de la línea de gol.