Champions League
Ida de semifinales
El Bayern cobra una ligera ventaja en un partido apasionante
Redacción
El equipo bávaro ha ganado 2-1 al Real Madrid en el Allianz Arena. Los blancos habían contrarrestado el gol de Ribery, pero Mario Gómez ha marcado el segundo tanto en el último suspiro.
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Foto: EFE
Ficha técnica:
Bayer Munich: Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba; Schweinsteiger (Müller, min.61), Gustavo; Robben, Kroos, Ribery y Mario Gómez.
Real Madrid: Casillas, Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso, Di María (Granero, min.79), Ozil (Marcelo, min.69), Cristiano Ronaldo y Benzema (Higuaín, min.84).
Goles: 1-0, min.17, Ribery. 1-1, min.53, Ozil. 2-1, min.90, Mario Gómez.
El Real Madrid ha perdido ante el Bayern de Múnich (2-1) en el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones, un duelo con sabor añejo, que ha castigado el juego anodino y el conformismo de los pupilos de José Mourinho, obligados a abrazarse al Bernabéu dentro de siete días si quieren regresar a una final de Copa de Europa diez años después.
El Bayern fue un excelente termómetro para el conjunto blanco. Sostenido en un fútbol vertical, con Ribery y Robben como banderas, el equipo de José Mourinho sufrió más de la cuenta, obsesionado con encontrar la fórmula mágica para defenderse y renunciando a llevar la iniciativa. Arbeloa y Coentrao cayeron en la trampa de los germanos, quienes buscaron desde el inicio la pérdida de referencias en los laterales merengues.
El balón parado zarandeó la estabilidad del Real Madrid y lo hizo con justicia. La defensa entregó demasiadas facilidades a un Ribery tremendo y el francés tardó poco en aprovechar la candidez de los españoles. Un córner desde el costado izquierdo acabó en las botas del internacional galo que fusiló a Casillas (1-0, min.17) sin piedad. Volvían los fantasmas, se reaparecieron los 80.
Llegó el descanso y minutos después, el gol de Ozil, aunque el juego blanco seguía siendo deslabazado, abusando del desplazamiento en largo como camino más corto para llegar a la portería contraria. La aportación ofensiva de Xabi Alonso fue prácticamente nula y la suplencia de Marcelo restó profundidad.
Pero dio igual. El Madrid tiene un don que no tiene otro equipo en el mundo para marcar sin merecerlo. En una jugada que debió haber definido Cristiano, el balón acabó en los pies de Benzema. El '9' se inventó un centro-chut que recibió nuevamente el portugués y éste cedió a Ozil, que marcó a placer con un leve toque (1-1, min.52). Empate y a dormir. Mourinho ya estaba feliz.
Pero con el tiempo cumplido, Lahm hurgó nuevamente en la herida. El talón de Aquiles del Real Madrid supuso el gol de la victoria del Bayern. El centro al área del lateral alemán acabó en los pies de Mario Gómez, que colocó el 2-1, la justicia en el marcador y la obligación de ganar en el Bernabéu para volver a Múnich.