Athletic Club
Europa League
El Athletic se queda helado en la segunda parte
Redacción
Los rojiblancos han hecho una buena primera parte y gracias a ello se han marchado con ventaja al descanso. En la segunda parte los vizcaínos se han diluido y los rusos han remontado (2-1).
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Llorente remata un balón bajo la nieve. Foto: EFE
Ficha Técnica:
Lokomotiv Moscú: Guillerme; Shiskin, Belyayev, Burlak, Yanbáyev; Torbinsky (Obinna, m.67), Zapater, Glushakov (Ozdoev, m.88); Maicon (Sichov, m.89), Tarásov y Caicedo.
Athletic Bilbao: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe (David López, m.78); Iturraspe, De Marcos, Herrera; Susaeta, Llorente y Muniain.
Goles: 0-1,m.35: Muniaín. 1-1, m.61: Glushakov (penalti). 2-1, m.71: Caicedo.
El Athletic caído ante el Lokomotiv Moscú (2-1) en un partido de la Liga Europa en el que los vizcaínos se han adelantado en el marcador en una gran primera parte, pero han desperdiciado la ventaja en un nefasto segundo tiempo.
Los 'leones' hicieron honor a su apodo, soportaron como jabatos el intenso frío y se hicieron merecedores de irse al descanso con dos goles de ventaja, pero echaron por la borda su gol inicial en la segunda parte, en la que apenas crearon peligro.
El partido transcurrió con unas temperaturas que rondaron los 8 grados bajo cero, a los se sumó una intermitente nieve que convirtió el estadio olímpico Luzhnikí en un paisaje siberiano.
Desde el principio se vio que el Athletic iban a por el partido, pese al frío siberiano y el césped artificial, que impidió que el campo se convirtiera en un patatal.
Tras varias ocasiones falladas, el fútbol hizo finalmente justicia a los bilbaínos en un magnífico contraataque fabricado por el excelente Susaeta, el mejor jugador en el campo.
Tras una carrera de treinta metros se llevó en velocidad a Yanváev con un caño, después regateó a Zapater y dio un pase de gol al segundo palo donde se encontraba Muniain.
El Lokomotiv dispuso de sus mejores ocasiones al final de la primera parte. El Athletic pasó sus peores minutos en la segunda parte, en la que los rusos decidieron echar toda la carne en el asador y presionaron como posesos a los vascos por toda la cancha.
Una jugada de fuerza de Caicedo que aguantó las tarascadas de Aurtenetxe que finalmente le derribó dentro del área grande, caída que fue señalada como penalti por el árbitro rumano. Glushakov, desaparecido durante toda la noche, engañó a Iraizoz y anotó el gol del empate (m.61).
Lo inevitable ocurrió a falta de 20 minutos cuando un fallo garrafal de Amorebieta tras un centro desde la derecha le dejó el balón franco en los pies de Caicedo, que la colocó con maestría pegada al palo izquierdo de la portería bilbaína.