Transantartika 2011: A 800 kilómetros de la meta

En la jornada 49 de expedición, Alberto Iñurrategi, Mikel Zabalza y Juan Vallejo han alcanzado los 2.576 kilometros recorridos. La última comunicación de la expedición resumía la jornada del lunes con un balance relativamente satisfactorio: siete horas de travesía y un progreso de 90 kilómetros conseguido en condiciones muy poco favorables. El viento sopló con poca fuerza –entre 15 y 20 kilómetros por hora-, y además en dirección Este, lo que provocó un ligero desvío sobre la ruta que marca el GPS.

En todo caso, los tres expedicionarios se muestran optimistas y confiados: han completado ya más de tres cuartas partes del recorrido, la superficie sobre la que se desplazan sus trineos ha mejorado considerablemente y no hay rastro de los sastrugi, y los 550 metros de altitud perdidos desde que abandonaron el Polo Sur ha mejorado las condiciones climáticas, ya que la temperatura mínima es de “sólo” 20 grados bajo cero, muy lejos de los -45º que llegaron a soportar. Para hoy martes el pronóstico anuncia además vientos de 20 a 25 kilómetros por hora, más propicios que los de la jornada precedente.

De cara a los próximos días, el mayor problema reside en el cansancio y el desgaste acumulados. El esfuerzo y la prolongada exposición al frío antártico durante casi 50 días dejan su huella en el cuerpo de los tres integrantes de la BBK/TRANSANTARTIKA 2011, y los 20 grados bajo cero que hace un par de semanas hubieran sido recibidos casi como una bendición son ahora cada vez más difíciles de soportar, a pesar de los tejidos técnicos de última generación con los que están confeccionadas todas sus prendas.

El régimen alimenticio comienza a ser también un inconveniente. En las condiciones extremas de la Antártida es necesario ingerir casi 5.000 calorías diarias repartidos en tres comidas, pero la monotonía de una dieta fundamentada en barras energéticas, arroz blanco, pasta, galletas y preparados de hidratos, y mantenida durante casi 50 días, llega a saturar de tal modo que hasta alimentarse llega a suponer un esfuerzo.