La maldición del anfitrión

El papel de anfitrión en la Copa del Rey de baloncesto, que corresponde en esta ocasión al Unicaja, no suele ser sinónimo de éxito a tenor de los resultados pasados, que señalan al CAI Zaragoza (1984) y al TAU Cerámica (2002) como los dos únicos equipos que han levantado el título copero en su ciudad tras 30 ediciones del actual formato.

En la temporada 1983-84, cuando debutaba el actual formato, el CAI Zaragoza de los hermanos Arcega y el malogrado Kevin Magee fueron llevados en volandas por un público apasionado para doblegar al FC Barcelona y lograr el primer título nacional del club aragonés. Joaquín Ruiz Lorente, actual ayudante de José Luis Abós en el equipo maño, era el base reserva de aquel equipo campeón.

Un hito que animó al Joventut -semifinalista en ese estreno- a pedir la organización de la siguiente temporada sin correr la misma suerte. Ahí comenzó esta especie de 'maldición' que solo ha roto el TAU Cerámica desde entonces, concretamente en 2002, con Andrés Nocioni como único superviviente de aquel equipo.

Si bien solo dos anfitriones se han hecho con el título, el número de finales también es bajo. Contando que en siete ediciones de estas 30 no se clasificó el equipo de la ciudad -en algunas sedes no había equipo ACB- y que en 2009 el Real Madrid y el MMT Estudiantes compartían condición, solo cuatro anfitriones alcanzaron la final sin vencerla.

Se trata de Ron Negrita Joventut (1985), TAU Cerámica (2008), Real Madrid (2011) y FC Barcelona Regal (2012).