Música
Concierto
Travellin' Brothers invita a Bilbao a la fiesta de Unax
Natxo Velez | EITB Media
La banda de Leioa cierra el Bilbao Blues Festival en un concierto pleno de emoción, calidad, dolor y honestidad brutal, el mejor concierto posible en el peor momento imaginable.
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Travellin Brothers, anoche en el Bilbao Blues Festival.
Euskaraz irakurri: Travellin' Brothersek Bilbo osoa gonbidatu du Unaxen aldeko ospakizunera
Travellin' Brothers puso anoche música al recuerdo, al dolor y a la vida, en un memorable concierto que ojalá nunca hubiera sido así. Solo un día después del fallecimiento de Unax Cañibano, hijo del bajista del grupo Eneko Cañibano, sobrino del cantante Jon Careaga y el guitarrista Aitor Cañibano, a los 18 años, el grupo decidió homenajear desde el escenario al joven, querido y ahora eterno miembro de la familia Travellin'. El resultado fue un concierto de hora y media con cadencia blues, brío rock, brillo swing, profundidad soul y una integridad inherente a los 19 años de carrera del grupo.
Con exquisita puntualidad, la familia viajera saltó al escenario a las 22:30, al borde de una Ría del Ibaizabal convertida durante los tres días de festival en afluente del Misisipi, y con un bochorno propio de Luisiana. "Ánimo Eneko!" se oyó de pronto desde el público antes de que Jon, maestro de ceremonias, gritará "Soy Unax, bienvenidos a mi fiesta".
Sobre el escenario, celebrando la vida al más puro estilo Nueva Orleans, once músicos y músicas que afrontaron el concierto con "A better day", del disco 13th Avenue South, que, en lugar de la original de Earl Thomas, tuvo el apoyo en las voces de Ines Goñi y Noa Egiguren, sobresalientes toda la noche.
El grupo repasó su nuevo disco, el sentido y vitalista -sí, a pesar de todo, vitalista- Coming home, y clásicos de su discografía apoyado en un Isi Redondo preciso en la batería, unos bajos y contrabajos de Eneko siempre rotundo y elegante a las cuatro cuerdas, una fascinante sección de vientos (trompeta, trombón y saxofón) comandada por Alain Sancho, pretexto suficiente para pagar una entrada a cualquier concierto, las teclas de Ander Unzaga y Mikel Azpiroz (casi nada al hammond y al piano alternativamente), la guitarra de Aitor, líder de la banda, y una voz privilegiada como la de Jon Careaga.
Fito y Mikel Erentxun
Además, los ritmos americanos de Travellin' Brothers se vieron amplificados por dos invitados de lujo, Fito Cabrales y Mikel Erentxun, que, lejos de echarse atrás ante las circunstancias, apoyaron desde el escenario a la banda de Leioa. "Un lujo compartir escenario y dolor con esta banda", dijo Fito.
Erentxun, que comparte a Azpiroz como teclista con Travellin' Brothers, fue el primero de los invitados en participar en la fiesta, y juntos tocaron "En algún lugar", de Duncan Dhu, y "Burning love", de Elvis Presley.
En el tramo final del concierto, llegó el turno de Fito que tomó el micro y la guitarra para tocar "Quiero beber hasta perder el control", de Los Secretos, resonar a Chuck Berry y unirse a la banda para "Midnight train", su canción favorita de Travellin' Brothers y también la de Unax.
Eneko Cañibano, junto a Fito y Mikel Erentxun
Para el final de fiesta ("queríamos una fiesta, no un drama", decía emocionado Aitor), sonó "Space Captain" junto a los dos invitados sobre el escenario, dedicada a su particular capitán del espacio que, como afirmó el guitarrista, "ya está pilotando por ahí arriba. Unax, ¡nunca te vamos a olvidar!".
En el inolvidable concierto que nunca tuvo que ser así, Travellin' Brothers, siempre coherentes, lanzaron, como afirman en su canción "Coming home", un beso más, una sonrisa más, encendieron otra luz más en la niebla, tozuda, pegajosa e implacable.